La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) ha alertado de que si los avales aprobados ayer por el Gobierno de 20.000 millones de euros para empresas y autónomos solo son válidos para operaciones a partir del 18 de marzo es “un golpe” en la línea de flotación para miles de pequeñas empresas del suministro de materiales de construcción, pero también para decenas de miles de compañías pequeñas de construcción y reforma.
Así lo ha señalado en un comunicado, en el que asegura que “no tiene ningún sentido” crear una línea de liquidez para operaciones nuevas en un entorno caracterizado por el bloqueo casi total de la actividad.
¿Qué medidas de apoyo son necesarias para la construcción?
De hecho, cree que las medidas de apoyo deberían centrarse en aliviar la liquidez derivada del previsible ‘shock’ de impagos o, en el mejor de los casos, aplazamientos, “muy agudizado” por el incumplimiento general de la Ley de Morosidad.
La patronal ha lamentado que las condiciones para acceder a esta primera línea de avales son “insuficientes en cuanto a forma, visión y falta de conocimiento o sensibilidad sobre las necesidades reales de pymes y autónomos, en especial en el segmento de almacenes de materiales de construcción”.
Por ello, ha denunciado tanto que no se contemple la flexibilización de las obligaciones fiscales como que no se tengan en cuenta las necesidades de liquidez derivadas de obligaciones contractuales debidamente satisfechas y no cobradas.
El secretario general de Andimac, Sebastián Molinero, cree que este posible ‘shock’ de liquidez fruto de la morosidad requiere de un mecanismo que garantice los cobros de los contratos debidamente celebrados.
“No es momento de garantizar la actividad que va a quedar en fase de congelación en muchas áreas del país, sino de asegurar el cobro del trabajo realizado para evitar la quiebra del sector”, ha apostillado.