Altamira doValue Group ha anunciado su nuevo Plan Estratégico 2022-2024, que recoge el objetivo de captar nuevas carteras de activos financieros e inmobiliarios por importe de 7.600 millones, aumentar un 30% las recuperaciones por empleado e incrementar un 66% el volumen de ventas de activos inmobiliarios de cara a 2024.
Además, el plan contempla la creación nuevas verticales de negocio, como una unidad especializada en la gestión de activos problemáticos de las pymes, ante el vencimiento de carencias de los préstamos con aval del ICO, y una oferta de asesoramiento legal a potenciales clientes que necesiten este tipo de ayuda.
El plan estratégico, integrado en el Business Plan 2022-2024 aprobado por el grupo doValue, se sustenta en el crecimiento orgánico para alcanzar una cartera de activos financieros e inmobiliarios bajo gestión más diversificada y sostenible en el tiempo. Sus ejes principales son la transformación, el crecimiento y la diversificación.
En cuanto al plan de transformación, el objetivo es conseguir extraer más valor de los activos gestionados y que ello redunde en un mayor rendimiento para sus clientes, a través de una fuerte inversión tecnológica que permita introducir nuevos procesos y formas de trabajar y mejore la productividad.
Para ello, se han definido más de 200 proyectos que afectan a los negocios ‘core’ de la empresa (NPLs, Property & Asset Transformation y Real Estate) y a materias transversales como la organización y personas, la tecnología, el uso de datos o la gestión de clientes, entre otras. Estos proyectos ya han comenzado a ejecutarse y se desarrollarán a lo largo de los próximos tres años.
Las medidas puestas en marcha aspiran a incrementar en un 30% las recuperaciones de activos financieros (NPLs) por empleado y elevar un 66% en volumen de ventas de activos inmobiliarios (REOs) hasta 2024.
En cuanto al segundo pilar del plan, Altamira pondrá el foco en el crecimiento y apostará por conseguir nuevos mandatos de servicing y de desarrollo inmobiliario. En concreto, se ha marcado como objetivo la captación de nuevas carteras de activos financieros e inmobiliarios por un importe de 7.600 millones de euros hasta 2024, lo que representa una media anual por encima de 2.500 millones de euros, con propuestas de valor diferenciadas para inversores y bancos.
Otra palanca de crecimiento consiste en el ‘spin off’ del negocio de desarrollo inmobiliario con la creación de Ádsolum para plantear al mercado “una propuesta de valor diferencial” que cubra todo el ciclo de vida de los activos a través de una gestión ‘end-to-end’ completa por parte de la nueva empresa. Ádsolum nace con una cartera de suelo bajo gestión de 6.600 millones de euros y su objetivo es aumentar de forma sustancial esta línea de negocio mediante nuevos mandatos de desarrollo de inversores.
Creación de una unidad de activos problemáticos de pymes
El tercer pilar del plan es la diversificación a través de nuevas verticales de negocio, como la creación de una unidad especializada en la gestión de activos problemáticos de pymes, cuya puesta en marcha será inmediata.
Según ha explicado la compañía, la gestión de carteras problemáticas de pymes no ha tenido hasta ahora un papel tan relevante en el negocio de servicing, pero “la actual coyuntura y el potencial deterioro de este tipo de activos en los balances de las entidades financieras, una vez vayan desapareciendo las ayudas generadas durante la pandemia de la Covid-19, abre una ventana de oportunidad al desarrollo de la nueva unidad de negocio especializada en este segmento“.
El plan estratégico también incluye la oferta de un servicio de asesoramiento legal sobre la base del ‘know how’ acumulado por los equipos de la compañía a potenciales clientes que precisen este tipo de ayuda. Otros proyectos “más disruptivos” están en proceso de desarrollo y se concretarán en nuevos modelos de negocio apalancados en la tecnología.
El concurso de Sareb no condiciona el desarrollo del plan
Altamira ha asegurado que el plan cuenta con el “respaldo pleno” de sus accionistas y ni su desarrollo ni el compromiso de seguir liderando el mercado español de servicers está condicionado por el resultado del concurso abierto por Sareb para revisar sus contratos históricos de servicing, cuyo resultado está previsto que se conozca próximamente. La compañía está compitiendo en este proceso con una ambición máxima de continuar con Sareb como cliente, teniendo en cuenta la relevancia del contrato en el mercado.
El consejero delegado de grupo doValue y presidente de Altamira doValue Group, Andrea Mangoni, ha resaltado durante una reunión interna celebrada con cerca de un centenar de directivos de la compañía que uno de los factores diferenciales es tener un proyecto industrial con una visión a largo plazo que aspira a liderar el sector de los servicers en todos los mercados en los que el grupo está presente.
“España es clave para el conjunto del grupo, tiene todo nuestro respaldo y estamos aquí para quedarnos”, ha recalcado Mangoni.
De su lado, el consejero delegado de Altamira doValue Group, Francesc Noguera, ha resaltado dicho mensaje de compromiso a medio y largo plazo y ha destacado que el “excelente equipo humano” de la compañía y sus objetivos “muy ambiciosos” le permitirá “reforzar el liderazgo en el mercado español”.
“La nueva Altamira nos sitúa como un polo de atracción de talento muy potente en el sector de los servicers y esto es posible porque tenemos un plan con el respaldo de nuestros accionistas – el grupo doValue (85%) y Santander (15%) -, y su compromiso inequívoco con un proyecto industrial a largo plazo”, ha destacado Noguera.
Altamira doValue Group alcanzó en el primer semestre de 2021 unos ingresos de 81 millones de euros, un 18% más que en el mismo periodo del año anterior, y un resultado antes de amortizaciones, gastos financieros e impuestos (Ebitda) de 16 millones de euros, un 13% más.