Uno de los elementos que se tienen en cuenta a la hora de trasladarse a una zona rural son los servicios. Esta cuestión, en parte, viene ligada al tamaño de la población. Por eso, a la hora de hablar de los demandantes de vivienda que se van a instalar en un pueblo o que les gustaría hacerlo es pertinente saber qué tipo de localidad es más idónea.
En este sentido, hay una preferencia clara: el 76% prefiere pueblos de más de 1.000 habitantes (69% en 2023). Esta cifra se compone del 32% que se decanta por lugares que tengan entre 1.001 y 5.000 habitantes y del 44% cuya preferencia son los que oscilan entre 5.001 y 10.000 habitantes, según muestra el “Análisis sobre la España Vaciada” realizado por Fotocasa Research de la mano del Proyecto Vivienda de Fotocasa.
Además, este segundo grupo (de 5.001 a 10.000 habitantes), ha crecido de manera estadísticamente significativa en el último año: en 2023 eran el 36% los que preferían este tipo de localidades y en 2024 son el 44%.
En contraposición, durante el último año ha decrecido el interés por los pueblos que tienen entre 101 y 1.000 habitantes: un 19% elegiría esta opción, frente al 23% que lo hacía en 2023.
Aparte de estas opciones, en último lugar se encuentran las poblaciones de menos de 100 habitantes, que serían las preferidas por solamente el 6% de los demandantes de vivienda mayores de 18 años (8% en 2023).
“Es habitual que muchas personas opten por vivir en áreas de mayor contacto con la naturaleza, alejadas de los centros urbanos, en busca de tranquilidad y bienestar, teniendo en cuenta que cada vez las ciudades acogen a más población. Mejorar la calidad de vida es una prioridad para la mayoría, y estos beneficios son más accesibles en la periferia que en el centro de las grandes ciudades. La contaminación acústica y ambiental de las urbes fomenta el éxodo hacia las zonas rurales para establecer una residencia habitual. Además, desde el impacto de la pandemia, se han generado cambios sociales y habitacionales que brindan nuevas oportunidades a las áreas rurales para combatir la despoblación”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Andalucía y Cataluña, las comunidades con más particulares que planean irse a una zona rural próximamente
Otra perspectiva desde la que resulta interesante hacer este análisis es la territorial. En este sentido, Andalucía y Cataluña son las comunidades autónomas en las que hay más demandantes de vivienda a los que les gusta la idea de irse a vivir a un pueblo o planean hacerlo. Son el 68% y el 61%, respectivamente.
Además, en estas comunidades también despuntan aquellos demandantes de vivienda que aseguran tener previsto trasladarse a un entorno rural próximamente. En el caso de Andalucía son el 13% y en el de Cataluña el 11%.
Tras estas dos comunidades se sitúa la Comunidad Valenciana. Allí, la suma de los que se sienten atraídos por la idea de mudarse a un pueblo y los que prevén hacerlo representa al 60% de los demandantes de vivienda.
En este territorio, además, se ha producido un cambio relevante estadísticamente en comparación con 2023: el porcentaje de particulares que afirmaba tener planes efectivos de trasladarse a una zona rural con un teletrabajo ha caído del 6% al 1%. Y, en consecuencia, la cifra de demandantes de vivienda valencianos que planean irse a un pueblo próximamente ha pasado del 16% en 2023 al 8% actual.
Por lo que se refiere a la Comunidad de Madrid, solamente al 56% le gusta la idea de marcharse a un pueblo a vivir o planea hacerlo. Este segundo grupo, el de aquellos que tienen planes efectivos, está compuesto por un 8% que se divide a partes iguales entre los que se van a mudar gracias a un cambio de empleo o gracias al teletrabajo.