Las principales inmobiliarias del sector inmobiliario de lujo en Madrid coinciden: el mercado pasa por un momento extraordinario y la demanda supera a la oferta de viviendas de estas características.
Este aumento de la actividad inmobiliaria se ha traducido en una considerable subida de precios, especialmente en el barrio de Salamanca, y se augura que siga creciendo en los próximos meses.
“La evolución del mercado ha sido espectacular en los últimos años”, afirma Álvaro González de la Hoz, director general de Larvia. “Para 2018 auguramos un recorrido en las zonas prime de entre un 8% y un 12%”, según Manuel Marrón, consejero delegado de Gilmar Consulting Inmobiliario.
Estos porcentajes aumentan, además, la atracción de inversores nacionales e internacionales. “Madrid es sin duda una ciudad referente en el mercado inmobiliario Premium. Actualmente ocupa una posición destacada entre los inversores de lujo a nivel europeo”, indica Mar López Barón, marketing manager en DIZA Consultores Inmobiliarios.
Zonas prime y viviendas exclusivas
El cliente de una vivienda de lujo se decanta por las zonas más exclusivas, residenciales y próximas al centro. En el caso de Madrid eso quiere decir, sobre todo, barrio de Salamanca, y más concretamente las zonas de Retiro, Recoletos y Almagro.
“Estos clientes dan mucho valor al carácter distinguido de residir en estas zonas”, especifica Mar López Barón. Y aquí es donde la demanda y los precios han experimentado un empuje más destacado. “Hoy en día en zonas prime como Recoletos se está pagando entre 11.000 y 13.000 euros por metro cuadrado en viviendas reformadas a estrenar”, según el director general de Larvia.
Las viviendas más solicitadas son las de dos dormitorios y dos baños. “Pero en este momento escasean, hay muy poca oferta de este tipo. Ahora se están vendiendo muy bien inmuebles grandes a partir de 200 metros cuadrados”, añade Álvaro González de la Hoz.
Más allá del tamaño, los inmuebles demandados deben aunar ubicación, amplitud, luminosidad y diseño. “La tendencia actual del comprador de lujo demanda estancias diáfanas que transmitan una gran amplitud y luminosidad, con el mínimo de barreras arquitectónicas posibles, con un tamaño a partir de 150 metros cuadrados”, en palabras de Mar López Barón. “Además, tenemos una gran demanda de edificios clásicos con fachadas representativas, se le da una gran importancia a las vistas exteriores”.
Cliente exigente y el papel de la inversión
Los expertos en el sector inmobiliario del lujo distinguen entre el cliente que realmente busca una vivienda para residir y quienes quieren comprar como inversión, y entre cliente nacional e internacional.
El perfil del cliente español que compra una vivienda prime en Madrid es el de un directivo o empresario de alto nivel adquisitivo. En algunos casos ya residen en zonas exclusivas de los alrededores de la capital y desean adquirir otra vivienda más céntrica. Entre los clientes internacionales destacan mexicanos, venezolanos, colombianos y chinos y, del ámbito europeo, británicos, suizos y franceses.
“El cliente extranjero busca una vivienda con buena ubicación y reformada, bien para pasar estancias cortas en nuestro país, bien para mudarse de manera definitiva”, explican desde Larvia.
Tanto españoles como extranjeros demandan también este tipo de inmueble como inversión. “El sector del lujo puede obtener una rentabilidad difícil de conseguir en otros ámbitos de inversión. Sin duda es un tipo de transacción que garantiza una gran rentabilidad”, según Jesús Gil Marín, consejero delegado de Gilmar Consulting Inmobiliario.
Tiempo de venta y marketing digital
“En el centro de Madrid el mercado está completamente estresado, las operaciones son muy rápidas”, dice Gonzalo López-van Dam, director comercial de Promora, que trabaja sobre todo en zonas exclusivas de la periferia como La Moraleja y Aravaca. Aquí este ritmo se está empezando a notar, pero aún de forma más tranquila.
En el centro, los tiempos de venta de viviendas de lujo rondan los tres meses, aunque “depende del precio, estado y ubicación”, indica Álvaro González de la Hoz. “Las propiedades que están valoradas con un correcto precio de mercado y cuya localización es realmente extraordinaria se venden en tan solo unos días”, puntualiza Mar López Barón.
Esta rapidez se sustenta, además, en una cada vez mayor fluidez en la comunicación con los clientes, el posicionamiento online y la transparencia de la información que permite filtrar las viviendas potenciales en función de las necesidades reales de los compradores.
El alquiler de lujo, sector exigente
También el alquiler de viviendas de lujo en el centro de Madrid experimenta una demanda mayor y “cada vez más exigente en lo que se refiere a la localización y la atención al cliente”, indica Lara Rabassa, General Manager de Luxury Rentals Madrid, agencia especializada en el alquiler de apartamentos de corta estancia en las mejores zonas de Madrid, que califica la oferta de inmuebles de estas características de “escasa, claramente insuficiente”.
El perfil del cliente de este tipo de alquileres son directivos y profesionales de corporaciones de alto nivel, deportistas o celebrities del mundo del espectáculo, entre otros. “El cliente de lujo quiere calidad en todas las fases de su experiencia inmobiliaria, con servicios personalizados y de valor añadido”, indica Rabassa.
Asesor inmobiliario en el sector del lujo
El trato excepcional que requiere el cliente de más alto nivel precisa de un perfil específico de asesor inmobiliario, preferiblemente “con experiencia previa en el sector del lujo, buena presencia, educación, empatía y alto nivel de idiomas”, dice el director general de Larvia.
“Debe poder transmitir plena confianza, ofrecer un servicio serio y completamente especializado, cuidar el detalle y construir relaciones duraderas basadas en las emociones”, especifica la marketing manager de DIZA Consultores Inmobiliarios.
“Estos clientes precisan un asesoramiento personalizado, con plena dedicación y que les garantice la tranquilidad y confianza que requiere una operación tan importante como es la compra de una vivienda”, añade. En definitiva: la profesionalidad necesaria en un sector exigente que aspira a la excelencia en todo momento.