Frente a la posibilidad de activar, por parte de la Comisión Europea, una red para conectar las compañías nacionales de gestión de activos, en Europa queda descartado el nacimiento de una única sociedad que gestiones todos los activos no operativos, que van creciendo debido a la crisis de la COVID-19. De hecho, este año “el mercado de deuda hipotecaria podría llegar hasta los 140.000 millones de euros, lo que supondrá un crecimiento del 70%”, según afirman desde LEM Loan eMarket, el primer marketplace de compraventa de deuda hipotecaria en España y Europa.

La existencia de entidades de gestión de activos, o bancos ‘malos’, como se suelen llamar popularmente, podría ser eficaz para atajar el aumento de morosidad y activos no operativos durante la pandemia. En este sentido, de hecho, Miguel Arimont Lincoln, CEO de LEM Loan eMarket, afirma que “el banco ‘malo’ ni es banco ni es malo, al contrario: es un organismo positivo para el mercado”.

¿Por qué los bancos ‘malos’ en realidad son buenos?

El banco ‘malo’ y, en general, todos los organismos que se dedican a la gestión y reestructuración de activos son una creación de un fondo para los activos ‘non-performing’, “para sacar adelante estos activos en un plazo determinado, ya que siempre tienen una vigencia limitada”, explica Arimont Lincoln. Esta vigencia en España suele ser de alrededor de 17 años.

En este sentido, no se les puede llamar ‘malos’ porque en realidad sanean el parque de deuda hipotecaria, ya que son fondos en los que las entidades introducen una serie de activos inoperativos para liquidar. Cabe añadir que este tipo de entidades tiene una estrecha relación con el sector inmobiliario, como es en el caso español de la SAREB, la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria.

“SAREB, por ejemplo, no deja de ser uno de los players más activos en el sector, donde se focaliza mucho interés por parte del inversor, ya que gestiona un gran parque de créditos aportado por las entidades financieras, transformando y sacando una serie de carteras al mercado, convirtiendo estos activos inoperativos en operativos, y en consecuencia, saneando el parque de activos distressed del mercado”, asegura Miguel Arimont Lincoln al respecto.