La morosidad de los créditos concedidos por los bancos, cajas y cooperativas a particulares y empresas se redujo el pasado mes de febrero hasta el 7,8%. Frente al 7,85% registrado en enero.
De este modo, la tasa de morosidad de la banca española consigue mantenerse por debajo del umbral del 8%. Después de que el pasado diciembre se situara en el 7,79%, en mínimos desde 2011. Son los datos provisionales hechos públicos este miércoles por el Banco de España.
En total, los créditos dudosos descendieron hasta 95.865 millones de euros en el segundo mes de 2018. Desde los 97.161 millones de euros correspondientes a enero.
Esta cifra incluye el cambio metodológico en la clasificación de los Establecimientos Financieros de Crédito (EFC). Que desde enero de 2014 han dejado de ser considerados dentro de la categoría de entidades de crédito.
Sin incluir los cambios metodológicos, la ratio de morosidad se situaría igualmente en el 7,8%. Puesto que el saldo de crédito fue de 1,228 billones de euros en febrero al excluirse el crédito de los EFC.
La tasa de morosidad, por debajo del máximo histórico
En cualquier caso, la tasa de morosidad se situó 5,8 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico marcado en diciembre de 2013. Cuando se colocó en el 13,6%.
El crédito total del sector descendió un 0,63% en febrero en relación con enero, hasta los 1,228 billones de euros. Mientras que en términos internanuales cayó un 2,37%.
En el mes de febrero, las entidades financieras redujeron hasta 62.402 millones de euros las provisiones. Lo que supone una rebaja de 679 millones respecto al mes anterior. Un año antes, este ‘colchón’ se situaba en 67.779 millones de euros.
Sin crecimiento en el volumen de crédito
En opinión del analista de XTB Javier Urones, es destacable que la rebaja en la tasa de morosidad de las entidades de crédito en España se está produciendo en un momento en el que el volumen de crédito vivo no está creciendo.
“A medida que las entidades pasen a incrementar dicho volumen de crédito, no sería de extrañar que veamos una contracción en la tasa de morosidad a un ritmo mucho más elevado”.
Según ha explicado, los datos de morosidad más elevados se siguen encontrando en los sectores más ligados a la construcción. Mientras que en el apartado de las administraciones públicas la mora se reduce “muy lentamente”.
El experto considera que las entidades de crédito comienzan en este año a “relajar las condiciones para obtener financiación”. Algo que, “más pronto que tarde”, se trasladará a la tasa de morosidad.