Por Jesús Gil Marín, socio fundador de GILMAR

Madrid está de moda, y no es de extrañar. La capital española promete una oferta cultural vibrante, un clima agradable y una gran variedad culinaria en un entorno económico estable y en unas calles atractivas y seguras. Que en Madrid se vive muy bien es un secreto a gritos y, por ello se ha convertido en unos de los destinos favoritos para los inversores internacionales, sobre todo los latinos.

A principios de año el Global Property Handbook 2024 nombró a Madrid como cuarta ciudad favorita para comprar una casa en el mundo para los High Net Worth Individuals, o personas con patrimonio alto. Los medios españoles resaltaban que era la cuarta, ¡por delante de París! Y es que yo llevo tiempo diciendo que Madrid es una opción “económica” en lo que a capitales europeas de primera línea se refiere.

En la actualidad, las grandes fortunas tienden a tener varias residencias alrededor del mundo, seleccionando lugares para vivir según las diferentes épocas del año. Esta tendencia ha dado lugar a cambios en los patrones de posesión y uso de múltiples viviendas, extendiéndose la práctica de mantener dos, tres o más propiedades simultáneamente. En este contexto, en el momento de decidir sobre inversiones inmobiliarias de alto standing, los compradores priorizan elementos como la calidad de vida que ofrece el destino, el clima, la riqueza cultural y los factores económicos.

Es en ese momento, cuando la experiencia de una empresa como GILMAR ofrece un valor añadido. El conocimiento inigualable del sector y de la zona les permite identificar propiedades que no solo cumplen con los criterios de selección exigentes del cliente, sino que también representan oportunidades de inversión sólidas y atractivas en diversos puntos geográficos. La empresa cuenta con 29 oficinas en Madrid, Costa del Sol, Cádiz, Sevilla y Canarias, lo que ofrece una capilaridad inigualable.

Nuestros clientes aprecian especialmente el acompañamiento que ofrecemos antes, durante y después de la transacción, especialmente aquellos con poco tiempo o que viven fuera. Así, servicios como el ofrecido por el centro hipotecario, o la empresa de reformas, Soluciones Constructivas o prestaciones como mudanzas, interiorismo, instalación de placas solares significan menos quebraderos de cabeza y, por supuesto, una experiencia de compra más amena.

El perfil del comprador de viviendas de lujo ha evolucionado, con un creciente interés de los millennials, especialmente aquellos con carreras en el ámbito tecnológico, quienes muestran una mayor concienciación por el medioambiente y la sostenibilidad. Aunque el comprador típico suele ser mayor de 40 años, la generación millennial está incrementando su presencia en el mercado.

En cuanto a nacionalidades, estamos viendo una mayoría de compradores latinos. Primero vinieron los venezolanos, luego los mexicanos, peruanos, chilenos, colombianos y hoy en día vemos guatemaltecos. Seguimos recibiendo muchos inversores británicos, alemanes, franceses y, ahora, estadounidenses y chinos.

De nuevo y como ha dicho más de una vez su alcalde: “Madrid era el secreto mejor guardado, pero ese secreto ya no existe”.