El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, ha respondido a los comentarios de varios líderes europeos sugiriendo un ritmo más suave de normalización de la política monetaria que la institución seguirá subiendo los tipos de interés, aunque el endurecimiento de las condiciones de financiación repercuta sobre la demanda “porque no hacer nada sería mucho peor”.
“Si queremos mejorar las perspectivas de crecimiento, es muy importante abordar la inflación. Si no reducimos la inflación, la situación será mucho peor”, ha respondido Guindos en una entrevista con ‘Politico’ a los comentarios del presidente de Francia, Emmanuel Macron, la primera ministra de Italia, Georgia Meloni, o la primera ministra finlandesa, Sanna Marin, sobre la estrategia del BCE.
“Vamos a subir los tipos de interés, lo que va a repercutir en las condiciones de financiación. Reducirá la demanda agregada, tanto de consumo como de inversión, pero es la única salida posible que tenemos porque no hacer nada sería mucho peor”, ha explicado el exministro español de Economía.
Asimismo, en el actual contexto de ‘shock’ energético y deterioro del comercio, Guindos considera que la política fiscal puede paliar el empobrecimiento derivado de la necesidad de evitar una escalada salarial con políticas “muy a la medida” de aquellos sectores de la sociedad mucho más vulnerables.
En este sentido, recuerda que el reciente informe del Consejo Fiscal Europeo afirmaba que la mayoría de las medidas fiscales adoptadas por los gobiernos no están suficientemente enfocadas.
“La política fiscal tiene que reaccionar apoyando los ingresos de los grupos vulnerables de la sociedad. No deberíamos eliminar por completo la señal del precio, lo que podría afectar la compatibilidad entre la política fiscal y monetaria y retrasar la transición verde”, aclara.
En cuanto a la evolución de la economía, Guindos reconoce que existe una alta probabilidad de que el crecimiento trimestral de la zona euro en el cuarto trimestre de este año sea negativo y es probable que el crecimiento intertrimestral negativo continúe en el primer trimestre de 2023, lo que supondría una recesión técnica, aunque subraya que no espera que sea una contracción muy profunda.
Asimismo, opina que la inflación rondará su nivel actual del 10,7% durante los próximos meses, mientras que confía en que comenzará a disminuir en la primera mitad del próximo año, advirtiendo de que, en promedio, la inflación general y la subyacente “seguirán siendo muy altas”.
Ajuste de balance para 2023
Por otro lado, el vicepresidente del BCE señala que la entidad comenzará tarde o temprano a reducir su balance, lo que se conoce como ‘ajuste cuantitativo (QT por sus siglas en inglés)’, subrayando que “seguro que en 2023”.
En su opinión, el proceso permitirá reducir el exceso de liquidez y paliar la escasez de garantías, aunque reconoce que el ajuste cuantitativo (QT) debe implementarse con mucha prudencia. “En mi opinión, deberíamos comenzar con un QT pasivo al no reinvertir completamente los valores que vencen en nuestra cartera”, precisa.
A este respecto, tal y como había indicado la presidenta del BCE, Christine Lagarde, las características y la oportunidad del ajuste se discutirán en diciembre. “El QT también es parte del proceso de normalización de la política monetaria y procederemos con mucha prudencia y cautela”, señala.
Respecto del potencial impacto en la estabilidad financiera, sostiene que la situación de los bancos es mucho más positiva ahora y son más resistentes al empeoramiento de las perspectivas y al endurecimiento de las condiciones financieras, mientras que se debe prestar especial atención a las instituciones financieras no bancarias que están menos supervisadas y para las que el conjunto de herramientas macroprudenciales es más limitado.
“Aunque no tenemos ningún tipo de poder de supervisión sobre ellas, estamos muy atentos a estas instituciones, ya que desempeñan un papel muy importante en el panorama financiero de la zona del euro y podrían provocar un accidente de mercado”, advierte Guindos, para quien sería muy importante mejorar el conjunto de herramientas macroprudenciales para entidades no bancarias a fin de minimizar los riesgos potenciales.