La abogada Montserrat Junyent es la presidenta de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya (AIC) desde las elecciones realizadas el pasado mes de marzo. Hemos hablado con ella para analizar el sector, hacer balance de estos primeros meses y conocer los proyectos que están poniendo en marcha desde la entidad. 

Uno de sus principales retos es conseguir mejorar la reputación de los profesionales del sector inmobiliario ante el discurso que los culpabiliza de la situación del mercado inmobiliario, tanto en compraventa como especialmente en el alquiler. 

¿Cuál es el balance de estos primeros seis meses al frente de la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Catalunya?

Han sido seis meses intensos. En primer lugar, obviamente, le hemos tomado el pulso a la entidad. A pesar de que hace muchos años que estoy vinculada a esta casa, hay parcelas de las que no tenía tanto conocimiento. Hemos tenido que aterrizar y, a partir de ahí, estamos implementando nuestras propuestas y estamos potenciando el acercamiento con el territorio, es decir, con todos aquellos asociados que están en el ámbito territorial que no es estrictamente la ciudad de Barcelona. 

Por otro lado, ya tenemos en marcha una hoja de ruta para conseguir un mejor reconocimiento reputacional de nuestra profesión, por el ataque permanente y constante que las agencias y los agentes están padeciendo. Internamente, además, el equipo está tremendamente cohesionado, ilusionado y muy alineado con las directrices de la nueva junta.

“Ya tenemos en marcha una hoja de ruta para conseguir un mejor reconocimiento reputacional de nuestra profesión”

¿Qué otros retos tenéis por delante?

Seguiremos en la misma línea, y además analizaremos qué instrumentos podemos ofrecer a los agentes inmobiliarios para su día a día, cómo podemos acercarnos a sus necesidades e implementar aquellos servicios que realmente les sirvan, ya sean de marketing o, sobre sobre todo, tecnológicos para la digitalización que ya está en marcha. 

Yo diría que el propósito más acuciante es tratar de tener una opinión en el sector que sea escuchada por la administración y que también sea un referente. 

mercado imobiliario barcelona

¿Qué pasos tenéis previstos para ayudar a mejorar la imagen reputacional del sector?

El mercado inmobiliario está en una situación compleja, sobre todo el mercado del alquiler, y las agencias se han convertido en el foco fácil a la hora de buscar un culpable. Es fácil desde fuera vincular la carencia de vivienda a la actuación de los agentes, de las agencias y de los arrendadores. Pero nosotros no vamos a defender ni al arrendador ni al arrendatario, nuestra función es que las operaciones lleguen a buen puerto. 

Sí que vamos a defenderemos nuestro papel de conocedores del mercado, y como tales podemos precisamente acercar esas posiciones que a priori parecen alejadas. En estos momentos, especialmente en Cataluña, la coyuntura del límite de las rentas lo hace difícil, pero queremos que nuestras propuestas de mejora de viabilidad del sector sean tenidas en cuenta. ¿Cómo lo vamos a hacer? De la mano de una gran empresa de comunicación, para tratar que el discurso no sea contra las agencias como las responsables de la problemática de la vivienda.

“Nosotros no vamos a defender ni al arrendador ni al arrendatario, nuestra función es que las operaciones lleguen a buen puerto”

¿Cómo valoras la situación del mercado de compraventa inmobiliaria en estos momentos?

En estos momentos la compraventa está funcionando, es lo que se está dando más y, por tanto, es una parte importante de la labor de los agentes. Está funcionando por la bajada de los tipos de interés y también porque mucho producto de alquiler se desvía al mercado de venta. No creo que estemos ante una burbuja porque hay un gran control en la financiación, y además hay mucha compra directa, sin financiación y no necesariamente especulativa, que es la que puede generar riesgo.

Además, una parte de esa compra es de primera necesidad por parte de aquellos que no pueden acceder al alquiler, porque a veces sale más a cuenta una financiación hipotecaria que un alquiler. 

¿Y cuál es la situación del mercado del alquiler y qué soluciones se pueden aportar?

La principal característica del mercado del alquiler, al menos en Cataluña, es que no hay viviendas suficientes para las necesidades de la población. Aquí la población ha crecido, y además la tipología de formación de los hogares ha cambiado, hay menos ocupación por vivienda. Si no construimos y no hay vivienda social suficiente, lamentablemente nos encontramos con esta situación de falta de oferta suficiente para dar cobertura a esa necesidad habitacional

Además, ya hemos visto que el control del alquiler en Cataluña no es el mecanismo que pueda facilitar el acceso a la vivienda, sino todo lo contrario, porque está incentivando a sus propietarios a poner el producto en venta. Y no hay tantos pisos vacíos como se dice, ni hay manera de tener un conocimiento fehaciente y contrastado de cuántas son, porque medirlo solo en función de los consumos de suministros no es un dato certero. 

Por lo que respecta al alquiler vacacional, es otro de los mitos en la búsqueda de responsables de la falta de vivienda. No hay tantas viviendas turísticas como se dice, y en esta argumentación se entremezclan también los intereses de parte del sector turístico que quiere que la oferta turística vaya solo por el canal de los hoteles. Las viviendas turísticas no son las responsables de lo que está pasando en el mercado del alquiler. 

“Las viviendas turísticas no son las responsables de lo que está pasando en el mercado del alquiler”

Ante este contexto, ¿en qué deben centrar sus esfuerzos los profesionales inmobiliarios?

Las agencias, ahora y siempre, tienen que ofrecer un buen servicio de asesoramiento, acompañar a sus clientes e incorporar nuevas tecnologías para agilizar el proceso de la gestión de comercialización de un producto. La tecnología está ahí y hay que adaptarse. Y, por supuesto, los profesionales deben formarse, formarse y formarse. La formación es básica para poder ser competitivos en un mercado tan agresivo como el que tenemos.