El Banco Central Europeo (BCE) considera necesario seguir subiendo los tipos de interés “significativamente” a un ritmo constante para alcanzar niveles suficientemente restrictivos que garanticen el retorno de la inflación al objetivo del 2% a medio plazo, ya que las subidas de los precios no se contendrán solas, mientras que aumentan las presiones subyacentes.
“La inflación no disminuirá por sí sola”, ha advertido la ejecutiva alemana del BCE, Isabel Schnabel, en un acto organizado por el Banco de Suecia, añadiendo que los datos preliminares de inflación de diciembre apuntan a un aumento persistente de las presiones subyacentes, por lo que las condiciones de financiación deberán volverse restrictivas para resolver el problema de inflación.
De este modo, ha anticipado que los tipos aún tendrán que “aumentar significativamente a un ritmo constante”, aunque ha defendido que, si bien este endurecimiento de las condiciones de financiación encarecerá la financiación de renovables y tecnologías verdes, sería “engañoso” utilizar este argumento “como chivo expiatorio” de un mayor retraso en la transición verde.
De hecho, para la alemana restaurar la estabilidad de precios de manera oportuna proporcionará las condiciones para que la transición verde puede prosperar de manera sostenible, señalando que la barrera más grande para una descarbonización rápida sigue siendo la falta de progreso por parte de los gobiernos en la implementación de los compromisos climáticos.
En cualquier caso, ha asegurado que el BCE, de acuerdo con su mandato, está listo para intensificar aún más los esfuerzos para apoyar la lucha contra el cambio climático, con el objetivo a largo plazo de que todas sus acciones de política monetaria estén alineadas con los objetivos del Acuerdo de París.
“Sin perjuicio del mandato principal del BCE de estabilidad de precios, estamos obligados a apoyar las políticas económicas generales de la UE en consonancia con nuestro objetivo secundario”, ha asegurado.
En este sentido, ha destacado que el banco central ha comenzado a integrar consideraciones sobre cambio climático en sus modelos macroeconómicos y cada vez abordará más los riesgos climáticos en los marcos de control de riesgos y garantías, incluyendo eventualmente que las divulgaciones corporativas relacionadas con el clima sean obligatorias para que los bonos sigan siendo elegibles como garantía en las operaciones de refinanciación.
Además, ha recordado que el BCE está sesgando su cartera de bonos corporativos hacia aquellos emisores con mejores puntuaciones climáticas, con miras a eliminar el sesgo existente hacia las empresas intensivas en emisiones.
“Esto significa hacer más ecológicas nuestras tenencia de bonos, incluidos los del sector público, así como nuestras operaciones de préstamo y el marco de garantías”, ha explicado, señalando que esto requiere cambios estructurales en el marco de la política monetaria más que ajustes en la función de reacción de la institución.