Una de las particularidades que presenta el mercado de la vivienda en estos momentos es la diferencia que existe entre el alto porcentaje de personas que desean comprar una vivienda y el reducido número de españoles que venden una vivienda. Así, si se coge la totalidad del mercado de compraventa se observa que en estos momentos hay un 78% de compradores o aspirantes a comprar y en cambio sólo hay un 15% de vendedores. Además, otro 6% está participando en ambos mercados (está vendiendo y comprando al mismo tiempo). Esta es una de las conclusiones del informe “Radiografía del mercado de la vivienda en el primer semestre de 2024” elaborado por Fotocasa Research, en el que se pretende analizar la situación actual del mercado inmobiliario en España.
“El brusco cambio de política monetaria con la subida de los tipos de interés ha sido un punto de inflexión para el mercado inmobiliario. Por un lado, ha avivado la demanda de los que querían evitar un encarecimiento mayor en sus hipotecas y por el otro ha paralizado el proceso de un 19% de compradores. Sin embargo, la demanda total continúa intensa, y se debilita en el volumen de compradores que han finalizado la compra. Esto indica que el ciudadano se acerca al mercado pero que la oferta no satisface sus necesidades. Mientras, la oferta disponible, con tendencia hacia la moderación es totalmente insuficiente para poder absorber la demanda. En este contexto de desfase, los precios aumentan y el mercado se tensiona. Una situación que complica la accesibilidad a la vivienda”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Si estos datos se trasladan al global de la población española mayor de 18 años, se observa que en el último año un 14% de españoles ha comprado o está intentando comprar frente al 4% de propietarios que vende o está intentando vender. Este 14% se mantiene estable frente al año pasado, pero baja dos puntos porcentuales respecto a hace dos años, momento en que empezó la subida de tipos de interés. Por su parte, el número de propietarios que vende se mantiene estable desde 2022.
Un 20% de españoles prevé comprar en los próximos cinco años
Según el informe, actualmente existe un 86% de españoles que no se han interesado por la compra de un inmueble en el último año. Pero eso no supone automáticamente que todos los componentes de este colectivo carezcan del propósito de hacerlo en el futuro.
En realidad, un 20% de las personas que no han comprado o intentado comprar en los últimos doce meses sí que prevé hacerlo en los próximos cinco años. Es, no obstante, un porcentaje algo menor al registrado en 2023, cuando alcanzó el 21%. Al profundizar en este dato vemos que de ese 20% que tiene previsto comprar, un 6% planea hacerlo en los próximos dos años y un 14% en un plazo que oscila entre los dos y cinco años.
Otro dato significativo es que el porcentaje de los que asegura no tener ninguna intención de compra en el medio y largo plazo se ha reducido del 50% en 2023 al 48% de 2024. De manera correlativa a este último dato, crecen los que, pese a no tener propósito de adquirir una vivienda en cinco años, no descartan hacerlo más adelante (del 29% pasan al 32%).
El 37% de los jóvenes entre 25 y 34 quiere comprar en un plazo de cinco años
La edad es otro factor muy determinante en la intención de compra de los españoles. Así, el segmento que conforman los jóvenes es el que muestra mayor intención a adquirir una vivienda en un plazo de, como máximo, cinco años. En concreto, el 37% de las personas entre los 25 y los 34 años prevé convertirse en propietario en un plazo no superior a cinco años. Es un porcentaje un punto menor al registrado en febrero de 2023, cuando se alcanzó el 38%.
La intención de compra de los más jóvenes (18-24 años) a medio o largo plazo también comprende al 37% de los encuestados, un porcentaje que, al igual que en el caso anterior, también se retrae en un punto con respecto a la cifra de doce meses antes.
Como es natural, a medida que crece la edad de los particulares menor intención de compra se observa en el horizonte de cinco años. De este modo, los que cuentan entre 55 y 75 años tan solo se plantean esta opción en un 9% de los consultados. Es, además, un porcentaje dos puntos más bajo que el anotado un año antes.