La política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) continuará siendo un soporte fundamental para el crecimiento de la economía de la zona euro, aunque el instituto emisor se ha quedado casi sin margen de maniobra para hacer frente a futuras crisis en la región, por lo que será necesario contar con el apoyo de la política fiscal, según ha advertido la agencia Moody’s.
“El margen de maniobra del BCE es bastante limitado. No es posible para el BCE compensar un nuevo choque economico en la eurozona por sí solo”, ha señalado durante un evento celebrado en Madrid Kathrin Muehlbronner, vicepresidenta y analista de rating soberano para España de la agencia Moody’s.
“No esperamos que el BCE suba los tipos oficiales antes de la segunda mitad del próximo año”, ha añadido la experta, destacando que esto permitirá a los gobiernos de la eurozona gastar menos este año en cargas por intereses que en 2007, a pesar del incremento de la deuda.
En este sentido, la experta ha señalado que los actuales bajos tipos de interés resultan positivos desde el punto de vista del rating soberano al aliviar la sostenibilidad de la deuda de los países, aunque “ocultan” la debilidad de los elevados niveles de endeudamiento.
Asimismo, Muehlbronner ha indicado que estos bajos tipos de interés han reducido el apetito para acometer reformas de los países, en contra de la intención del BCE, que esperaba que los gobiernos aprovecharan esta ventana de oportunidad para acometer reformas estructurales.