Al firmar un contrato de alquiler, es fundamental dejar claro, por escrito, qué gastos deben asumir el propietario y el inquilino durante la vigencia del contrato.
Aunque la normativa es clara, suelen surgir dudas —y a veces conflictos— sobre quién debe pagar ciertos gastos e impuestos asociados a la vivienda.
En este contexto, el papel del agente o profesional inmobiliario es clave: conocer la ley y asesorar a ambas partes evita problemas futuros.
En esta guía práctica te explicamos, desde un enfoque profesional, qué gastos se pueden repercutir al inquilino, cómo reflejarlos correctamente en el contrato y qué errores conviene evitar.
Quién paga los gastos e impuestos en un alquiler
Según el artículo 20 de la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU):
| “Los gastos generales para el adecuado sostenimiento del inmueble, sus servicios, tributos, cargas y responsabilidades serán a cargo del arrendador, salvo pacto en contrario”. | 
En otras palabras, el propietario asume por defecto los gastos generales, pero la ley permite repercutir algunos al inquilino siempre que quede expresamente pactado por escrito. Esto da libertad a las partes para decidir cómo mantener el inmueble y distribuir responsabilidades económicas.
Los gastos que pueden repercutirse habitualmente incluyen:
- Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI)
- Tasa de basuras o residuos
- Gastos de comunidad de propietarios
✅ Qué gastos puede repercutir el propietario al inquilino
Para asesorar correctamente, conviene clasificar los gastos en tres tipos: gastos generales, impuestos y tributos, y servicios individualizados.
1. Gastos generales del inmueble
Incluyen mantenimiento del edificio: limpieza, ascensor, jardinería, portería, alumbrado y comunidad de propietarios.
Claves para agentes inmobiliarios:
- Solo se pueden repercutir si se especifica por escrito en el contrato.
- Es recomendable indicar el importe anual aproximado o el presupuesto más reciente de la comunidad.
- Evitar expresiones genéricas como “los gastos de comunidad correrán a cargo del inquilino”.
2. Impuestos y tributos
Algunos impuestos vinculados al inmueble pueden trasladarse al inquilino si se acuerda expresamente:
- IBI: normalmente lo paga el propietario, salvo pacto contrario.
- Tasa de basuras: se puede repercutir si se indica en el contrato.
3. Reparaciones por uso diario
La LAU establece que las pequeñas reparaciones por desgaste cotidiano corren a cargo del inquilino. Por ejemplo:
- Averías menores por uso habitual de la vivienda.
En cambio, reparaciones estructurales o necesarias para mantener la habitabilidad son responsabilidad del propietario.
4. Servicios individualizados
Son gastos de consumo personal: agua, luz, gas, internet o calefacción centralizada con contador individual.
- Corren siempre a cargo del inquilino.
- No requieren cláusula específica, pero conviene incluirlos en el contrato.
- Se recomienda hacer el cambio de titularidad de los suministros para evitar problemas legales o económicos.
Consejo profesional: acompaña al cliente en el cambio de titularidad; muchos inquilinos no saben cómo hacerlo, y es un detalle que refuerza tu profesionalidad.
❌ Qué gastos no pueden repercutirse al inquilino
La LAU protege al arrendatario limitando ciertos cargos:
- Reparaciones derivadas del desgaste normal de la vivienda.
- Obras de conservación o mejora estructural (tejado, ascensor, instalaciones generales).
- Impuestos personales del propietario, como IRPF, o tasas ajenas al inmueble.
Cómo reflejar correctamente los gastos en el contrato de arrendamiento
Uno de los errores más frecuentes es la imprecisión en los contratos. Expresiones como “los gastos serán por cuenta del inquilino” pueden generar conflictos.
Buenas prácticas:
- Detallar qué gastos se repercuten (por ejemplo, comunidad e IBI).
- Indicar el importe anual estimado al momento de la firma.
- Establecer un método de actualización (por ejemplo, según nuevo presupuesto de comunidad o recibo del IBI).
Ejemplo de redacción:
| “Los gastos generales de comunidad correspondientes a la vivienda arrendada serán abonados por el arrendatario. El importe anual estimado asciende a 800 euros, según el presupuesto vigente de la comunidad de propietarios. Las variaciones futuras se ajustarán al presupuesto aprobado en cada ejercicio.” | 
⚠️ Una redacción clara protege a ambas partes y demuestra profesionalidad.
La importancia del agente inmobiliario en la gestión de alquileres
El conocimiento preciso de la normativa permite al agente inmobiliario:
- Revisar la documentación del inmueble y verificar que los pagos estén al día (comunidad, IBI, suministros).
- Explicar al propietario qué gastos puede repercutir y cuáles asumir.
- Garantizar que el inquilino comprende su compromiso económico total.
- Actualizar contratos según cambios normativos o jurisprudenciales.
Una gestión transparente y documentada fortalece la confianza de propietarios e inquilinos y posiciona al agente inmobiliario como un referente profesional.
 
	 
						

