El dato de transacciones inmobiliarias correspondiente al quinto mes de 2024 dado a conocer por el INE refleja un descenso mensual del -17,1% y una caída interanual del -21,5%.
Las comparativas son menguantes debido a que la festividad de Semana Santa, este año, ha tenido lugar en un periodo diferente al habitual (primera vez desde hace 8 años que tiene lugar íntegramente en un mes de marzo) y hay que poner en contexto la alteración de las cifras. La variación mensual puede entenderse debido a que el pasado mes de abril se recogieron las transacciones que no se pudieron realizar en marzo, por lo que abril mostró un alto volumen de compraventas que refleja un mayo perjudicado.
El dato que hace referencia a la variación interanual respecto a la comparativa con mayo de 2023, se explica observando que en mayo del año pasado las compraventas presentaron un volumen inusual (56.137), ya que mayo recogió las firmas paralizadas durante las fiestas de Semana Santa que fue íntegra en abril de 2023.
Mayo cierra con 44.013 operaciones
Una cifra estándar, en la línea de la media de compraventas de prepandemia. Aún así, estos primeros meses de 2024 han sido prácticamente idénticos a los de 2023, ya que cierra con 249.024 firmas, mientras que 2023 lo hizo con 261.784, lo que supone solo un 5% menos de compraventas.
Hay que recordar que el pasado ejercicio de 2023 resultó ser el segundo mejor año de actividad desde el año 2007, por lo que las expectativas no deben ir hacia superar las cifras del pasado ejercicio, sino a conseguir una tendencia de normalidad y adaptación a la política económica actual. La tendencia prevista es que haya un comportamiento hacia la estabilización en el primer semestre del año y una probable mayor actividad de cara a la segunda parte impulsada por la desescalada de tipos de interés.
Desde Fotocasa Research, detectamos que la demanda de adquisición se sitúa por encima de las cifras de prepandemia, por lo que las subidas de tipos no han congelado la demanda latente, sino que están afectando a la ‘sobredemanda’ surgida. Gracias a nuestros estudios sabemos que solo un 19% de compradores han paralizado el proceso y que un 21% está esperando más bajadas de tipos para volver a interactuar con el mercado.
La vivienda de obra nueva mantiene un volumen estable
Uno de los datos más relevantes es el de las operaciones sobre viviendas nuevas que reflejan un descenso interanual del -14,4% y cierran el mes con 9.105 compraventas, lo que representa un 20,7% del total de vivienda comprada y vendida.
Un volumen en línea con el porcentaje mostrado en los últimos años. Esta tipología también experimenta un momento intenso, debido a que el interés por comprar vivienda a estrenar continúa fuerte, ya que la vivienda a estrenar cumple con los requisitos más demandados por los compradores.
Sin embargo, podemos encontrarnos con una grave problemática de subida de precios, si la demanda continúa tan latente. No solo por la inflación, que afecta al coste de los materiales, a la producción y logística, que ha ocasionado la ralentización y paralización de algunas promociones, sino a la demanda de compra tan fuerte y solvente frente a los niveles productivos tan escasos de la vivienda a estrenar.
Previsiones de actividad para 2024
Si los pronósticos de desescalada de tipos de interés se cumplen y se producen dos descensos más en el segundo semestre del año, volveremos a ver cómo el acceso a la vivienda mejora al rebajarse las condiciones de acceso al crédito hipotecario y cómo la demanda que se mantenía a la espera volverá al mercado con fuerza.
Una demanda también impulsada por las ayudas a la compra en forma de aval que jugarán un papel clave en la segunda parte del año. Así, 2024 trae consigo altas expectativas en cuanto a volumen de compraventas, ya que volveremos a ver como el mercado se sobreestimula. Aun así, es posible que las firmas hipotecarias experimenten una desaceleración más pronunciada en comparación con las transacciones de compraventa porque el perfil inversor seguirá teniendo gran peso en el mercado.
También es importante destacar que existe una demanda insatisfecha muy significativa perjudicada por la gran escasez de oferta existente. Y es que precisamente la falta de oferta de vivienda que hay de forma generalizada en España puede ser un gran problema para la demanda en los próximos meses. Este momento marcará un punto de inflexión, en el que las condiciones monetarias avivarán la demanda de compra y debido a la escasa oferta, encontrar la vivienda ideal será cada vez una tarea más complicada.