La mitad de las pymes españolas aplicó medidas de teletrabajo en 2020 como respuesta a la COVID-19, aunque solo 4 de cada 10 las alargaron una vez pasado el estado de alarma y únicamente un 8,8% tienen previsto mantenerlas a medio y largo plazo.
Así se desprende del estudio ‘Necesidades de las Empresas en Recursos Humanos’, publicado este miércoles por la Cámara de Comercio de España en el que se apunta que el 75,2% de las pymes no creen que el teletrabajo conlleve ventajas.
En particular, el 69,1% no considera que haya supuesto un ahorro de costes, y el 73,5% rechaza que haya aumentado la productividad de los empleados. Y ello, a pesar que un 65,5% estima que los profesionales se han adaptado sin influir en el desarrollo de sus tareas, y que un 57% no aprecia cambios en la relación con sus clientes, a raíz del teletrabajo.
En cuanto a las dificultades para implantar el trabajo a distancia, la principal tiene que ver con la propia naturaleza de la actividad, ya que el 68,1% de las empresas encuestadas señala que las características de su empresa impiden la aplicación de medidas de teletrabajo.
De su lado, un 14,8% de las pymes consideran que entorpece el trabajo en equipo y el 11% dice carecer de medios para aplicar esta modalidad telemática.
Ventajas del teletrabajo
Para el 25% de las empresas que sí considera útil el teletrabajo, la principal ventaja es la mayor disponibilidad de la plantilla con independencia de la jornada laboral (un 55,5%), seguida de la agilidad en la atención al cliente (27%), mayor facilidad para trabajar por objetivos (24,4%) y mejor clima laboral (16,5%).
La distribución por segmentos de clasificación refleja que son las empresas con 15 años de antigüedad o menos (29,0%), las que pertenecen a la clasificación “resto de servicios” (37,8%) y las de 50 o más trabajadores (55,0%), aquellas que aprecian en mayor medida que el teletrabajo supone una ventaja.
Por último, y con respecto a la existencia de un nuevo marco regulatorio aprobado el pasado mes de julio, el 46,2% de las pymes asegura no conocer la nueva norma. Con respecto a las empresas que sí la conocen, preguntadas por los aspectos susceptibles de mejora, el 36,2% reclamaría una mayor “flexibilidad a la hora de compartir costes entre el trabajador y la empresa”, mientras que el 31,5% de las pymes destaca que “la Ley no contempla atender a casos específicos”.