La Comisión Europea ha animado al Gobierno español a publicar el calendario de reformas que forman parte del plan de reformas e inversiones que remitió el viernes a Bruselas para poder acceder a los fondos de recuperación post COVID-19.
“Corresponde a los Estados miembro decidir qué es lo que publican y lo que no, pero por supuesto alentamos a los Estados miembro a publicar (todos los documentos)”, ha indicado la portavoz económica del Ejecutivo comunitario, Marta Wieczorek, al ser preguntada por los hitos del plan español que no aparecen en la serie de documentos publicados el viernes.
“La publicación de los planes depende de la decisión de los Gobiernos. Les alentamos fuertemente a comprometerse con este ejercicio de transparencia y publicarlos”, ha añadido Dana Spinant, portavoz de la jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen.
Con todo, Spinant ha advertido de que no le corresponde a Bruselas comparar y comentar las diferencias que pudiera haber entre la información formalmente remitida por cada Estado miembro a la Comisión Europea para su examen y los documentos que cada capital elige hacer públicos.
España remitió el pasado viernes el plan de recuperación que detalla las 102 reformas y 110 inversiones con las que el Gobierno pretende acceder a 25.000 millones de euros en ayudas europeas antes de que finalice 2021 y a un total de 140.000 millones durante los próximos seis años, siempre y cuando sea aprobado por la institución comunitaria y el resto de socios.
La llegada del texto a la capital europea supuso el pistoletazo de salida para que el Ejecutivo comunitario inicie el examen del mismo. Las autoridades europeas disponen de un plazo de dos meses para realizar su análisis y si dan luz verde, el plan pasará a manos de los Estados miembros, que tendrán la última palabra.
Una vez aprobado, España recibirá un anticipo de 9.000 millones de euros, que sería el primer tramo y llegaría como muy pronto en julio, siempre que todos los Estados miembros hayan ratificado en sus parlamentos nacionales la normativa que permite a Bruselas emitir la deuda con la que financiará este plan de inversiones de 800.000 millones (750.000 millones a precios de 2018).
Después del anticipo, cualquier desembolso de ayudas está condicionado al cumplimiento de una serie de metas e hitos que el Gobierno habrá pactado con la Comisión Europea. En este sentido, el Ejecutivo español confía en poder recibir un primer desembolso de 16.000 millones de euros porque considera que ya ha cumplido gran parte de los objetivos acordados.
Los pagos a España a cargo del fondo europeo – bautizado como Next Generation EU – a lo largo de este año se completarían con otros 2.000 millones procedentes de la partida REACT-EU, cuyo desembolso sigue otra vía y no depende del plan de recuperación, puesto que son ayudas destinadas a las comunidades autónomas para reforzar los sistemas sanitarios y educativos.
Así, el Gobierno confía en recibir 27.000 millones de euros en ayudas europeas procedentes del plan anticrisis de la UE en 2021. El resto se irían desembolsando en pagos semestrales hasta 2026 a medida que se van cumpliendo las metas e hitos pactados con las autoridades comunitarias. En total, España espera absorber 140.000 millones, de los cuales unos 70.000 tendrán la forma de transferencias directas no reembolsables.