La riqueza financiera neta de las familias españolas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) se situó en 1,382 billones de euros en el tercer trimestre de 2018, lo que supone un 1% más en tasa interanual, según las Cuentas Financieras publicadas por el Banco de España este martes.
En cambio, en términos intertrimestrales (tercer trimestre sobre segundo trimestre), la riqueza de las familias se ha reducido un 0,89%. En relación con el PIB, los activos financieros netos representaron el 115,6% de la riqueza nacional, ratio que es 3,3 puntos porcentuales inferior a la de hace un año.
La riqueza de los hogares se sigue manteniendo por encima de los niveles previos a la crisis económica, ya que en el primer semestre de 2007, justo antes del comienzo de la recesión, rozaba el billón de euros, si bien su crecimiento se ha ralentizado en este trimestre respecto a los trimestres anteriores.
Los activos financieros totales de las familias, antes de descontar la deuda que poseen, alcanzaron los 2,163 billones de euros entre julio y septiembre, un 1% superior al de hace un año.
El Banco de España explica que este incremento fue el resultado de una adquisición neta de activos financieros de 22 billones de euros durante los últimos cuatro trimestres y de unas revalorizaciones netas negativas de 2 billones de euros, debidas, fundamentalmente, a la caída del precio de los activos de renta variable en el último trimestre.
En relación con el PIB, los activos financieros totales de los hogares e ISFLSH representaron un 180,8% a finales del tercer trimestre de 2018, lo que significa 5,2 puntos porcentuales menos que un año antes.
Mientras, la deuda de los hogares (pasivos financieros) se situó en 780.462 millones de euros durante el tercer trimestre, lo que supone un alza interanual del 0,7%, pero una caída del 1,2% en tasa intertrimestral.
Teniendo en cuenta también a las empresas, la deuda bruta de las sociedades no financieras y de los hogares alcanzó 1,83 billones de euros al finalizar el tercer trimestre, cantidad equivalente a un 153,5% del PIB y 7,7 puntos porcentuales por debajo de la ratio registrada en el mismo trimestre del año anterior.
Por sectores institucionales, la deuda no consolidada representó en el mismo período un 93,8% del PIB en las sociedades no financieras (si se excluyeran los préstamos interempresariales, la ratio sería un 75,3%) y un 59,7% en los hogares e ISFLSH.
Efectivo y participaciones
Por componentes, el grueso de los activos financieros de los hogares se encontraba a finales del tercer trimestre en efectivo y depósitos (40% del total), seguido de participaciones en el capital (25%), seguros y fondos de pensiones (17%) y participaciones en fondos de inversión (15%).
Las participaciones en fondos de inversión fueron el componente que más incrementó su peso en los activos financieros de los hogares (con un aumento de 0,9 puntos porcentuales) en el último año, mientras que el peso de las participaciones en el capital fue el que más cayó (-1,4 puntos).
Hasta el tercer trimestre y en términos acumulados de cuatro trimestres, las operaciones financieras netas de los sectores residentes (empresas, hogares, instituciones financieras y administraciones públicas) registraron un superávit de 18 billones de euros, equivalente al 1,5% del PIB, frente al 2,2% observado en el conjunto de 2017.
Por sectores, obtuvieron un saldo positivo las empresas (1,6% del PIB) y las instituciones financieras (2,6%), mientras que los hogares y las administraciones públicas mostraron un déficit acumulado del 0,1% y del 2,7%, respectivamente.