La llamada Golden Visa o visa de oro es un visado de residencia para ciudadanos extracomunitarios que realizan una inversión inmobiliaria en España igual o superior a 500.000 euros. Es decir, esta fórmula permite acceder a los beneficios de un permiso de residencia a cambio de una inversión económica. Una medida atractiva que, sin embargo, no se ha mostrado tan efectiva como se preveía: el año pasado solo 1.366 no comunitarios compraron viviendas de más 500.000 euros, según los datos del Colegio de Registradores de España.
‘Golden Visa’ para incentivar la demanda inmobiliaria
El objetivo de la Golden Visa, aprobada en España en 2013 y también vigente en otros países como Malta, Portugal o el Reino Unido, es atraer a inversores extranjeros que quieran comprar viviendas u otros inmuebles a quienes, como contrapartida, se les facilita la obtención de un permiso de residencia.
Este visado de oro forma parte de las medidas contempladas en la Ley 14/2013 de apoyo a los emprendedores y su internacionalización, que también incluye la residencia para quienes realizan otro tipo de inversiones: adquisición de títulos de deuda pública por más de dos millones de euros, inversión en acciones de una empresa o depósitos en entidades financieras por más de un millón de euros, o quienes vienen a desarrollar una actividad empresarial que se considere de interés general y que pueda demostrar que vaya a crear puestos de trabajo, por ejemplo. “Todos estos son motivos para la concesión de este tipo de visados. En definitiva, se obtiene un permiso de residencia a cambio de dinero”, aclara Gerardo Ruiz, abogado de Legalitas.
Requisitos para solicitar la Golden Visa
El visado de oro está pensado para ciudadanos que no pertenecen a la Unión Europea y que adquieran bienes inmuebles en España por un mínimo de 500.00 euros libres de gravamen. “La inversión puede ser superior a esa cantidad y haber recurrido a un préstamo, pero los primeros 500.000 euros de la inversión no deben tener ningún tipo de carga”, explica Ruiz.
Además, la normativa no especifica que la inversión tenga que realizarse en un único bien inmueble. Puede ser, por tanto, la suma de varios, pero al menos uno suele corresponder a la vivienda que se determina como habitual en España.
Tal y como indican los requisitos de los consulados que tramitan el visado, los solicitantes deben además carecer de antecedentes penales y demostrar recursos económicos propios para residir en España. La duración inicial del visado es de un año si ya se ha realizado la inversión, o de seis meses si aún no se ha formalizado pero existe un precontrato con garantías.
Beneficios de la Golden Visa
El trato preferente es uno de los principales beneficios de los visados de oro. ‘Con estos visados se consigue el permiso de residencia por la vía rápida, tanto para la primera concesión inmediata con validez de un año como para tramitar las renovaciones cada dos años”, explica el abogado.
Además, el visado de residencia derivado de la Golden Visa permite circular libremente por el resto de los 26 países europeos dels espacio Schengen. Esta libertad de circulación se destaca como uno de los motivos principales para tramitar el visado por inversión inmobiliaria. Pero hay más: la Golden Visa flexibiliza la concesión de visados no solamente para la persona que realiza la inversión sino también para su cónyuge y para hijos menores de 18 años, y el acceso a las escuelas públicas. Los recién nacidos en España obtendrán pasaporte español al cabo del año, sin necesidad de tener que cumplir ningún otro requisito.
Una medida cuestionada
La existencia de las Golden Visa despierta ciertas reticencias, como destaca un informe reciente de Transparency International, tanto por la adquisición de derechos a cambio de dinero como por el riesgo de corrupción y de blanqueo de capitales, por la posible falta de control del origen del dinero con el que se realizan estas inversiones.
La propia Comisión Europea ha mostrado su preocupación por los riesgos derivados de la concesión de este tipo de visados.