Entre los hitos más relevantes del proceso de búsqueda de una vivienda de alquiler se halla el tiempo que los demandantes deben emplear hasta lograr su meta. En este campo, desde el lado de la búsqueda se advierte una importante inflexión en comparación con 2024. Así, mientras que en 2024 el 28% de los inquilinos efectivos decían haber invertido hasta dos semanas para encontrar un inmueble de alquiler para vivir en él, doce meses después ese porcentaje decae hasta el 23%.
Más estable es el panorama del plazo que va desde las dos semanas a un mes: hace un año eran el 22% los que destinaban este tiempo frente al 21% actual. Aparte de todos estos, hay un 14% que necesitó entre uno y dos meses y un 43% que invirtió más de dos meses en este proceso de búsqueda. Esta es una de las principales conclusiones del informe “Experiencia en alquiler en 2025”, elaborado por Fotocasa Research y que traza una exhaustiva radiografía del mercado de la vivienda en arrendamiento.
Se ralentizan los procesos de búsqueda de vivienda por la escasez de oferta, las exigencias de los propietarios y el precio del alquiler
Aunque los plazos son parecidos en todos los grupos de edad, los jóvenes de 25 a 34 años se concentran en mayor medida en el lapso más breve, de manera que el 29% necesitó menos de dos semanas, frente al 23% del conjunto de la población.
“Hay una ralentización del proceso de búsqueda. Este alargamiento en los tiempos responde a la escasez de oferta adecuada, a la creciente exigencia de los propietarios y a unos precios del alquiler muy elevados que se han convertido en la principal barrera para acceder a una vivienda, como indica la mayoría de quienes no han logrado alquilar. También los propietarios tardan más en cerrar operaciones. Esta situación puede deberse a una mayor prudencia a la hora de seleccionar perfiles, o incluso por el endurecimiento de condiciones de acceso que limitan el número de candidatos”, explica María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Los propietarios alquilan más rápido: el 52% en menos de dos semanas
Al contrario que sucede con los inquilinos, entre los propietarios se observa un acortamiento en el tiempo que destinan a alquilar una vivienda de su propiedad. Así sucede con los que afirman haber tardado hasta dos semanas en la operación, que, si en 2024 fueron el 56%, ahora se rebajan hasta el 52%. Una significativa variación de cuatro puntos porcentuales.
Aparte de estos, también hay un 22% de propietarios de una vivienda de alquiler que tardaron entre dos semanas y un mes en alquilar su inmueble (20% en 2024). Seguidamente, un 12% dedicó de uno a dos meses (11% en 2024) y el 15% más de dos meses (14% en 2024).
Los plazos disgustan a los inquilinos que buscan vivienda para alquilar
Lógicamente, el alargamiento de los plazos provoca una percepción negativa entre los demandantes de vivienda de alquiler, de manera que hasta un 43% de los encuestados reconocen que tardó más de lo esperado en su búsqueda. De estos, el 22% opina que el plazo se demoró “algo más” de lo calculado, mientras que el 21% lamenta que ese periodo fue “mucho más” de lo previsto. Estos porcentajes son superiores a los de 2024, cuando fueron del 20% y el 19%, respectivamente.
Por el contrario, los que consideran que el tiempo ha sido más o menos el esperado descienden significativamente, del 35% de 2024 al 31% de un año después. Por su parte, entre los arrendadores, los plazos encajan con lo que, más o menos, esperaban: el 44% de los propietarios así lo declara. Además, entre ellos tienen más presencia que entre los inquilinos la consideración de que tardaron menos de lo esperado. Solo un 15% de quienes componen este colectivo asegura que el plazo fue “algo” o “mucho” más largo de lo esperado.
Un 6% de españoles aún no ha logrado alquilar una vivienda
Existe un porcentaje de demandantes de vivienda de alquiler que no alcanzan su meta: un 6% de los particulares mayores de 18 años han intentado, sin éxito, alquilar una vivienda o una habitación en un piso compartido.
El principal obstáculo para este grupo de demandantes de vivienda de arrendamiento no efectivos sigue siendo el precio, pero aún en mayor medida que el año anterior, ya que, si en 2024 esta traba era apuntada por el 57% de los consultados, doce meses después el porcentaje sube hasta el 61%.
Tras esta cuestión hay otras que también citan, aunque con una menor presencia. Es el caso de la escasez de oferta en la zona de búsqueda (41%), no encontrar una vivienda que se adapte a sus necesidades (35%), no reunir los requerimientos de los propietarios (24%) o que no acepten mascotas (17%).
El precio del alquiler de la vivienda es un freno más acusado en Madrid
Los obstáculos citados por los encuestados se presentan de manera transversal entre los demandantes de vivienda de alquiler que no han logrado su propósito, si bien existen algunas particularidades territoriales o de edad. Por ejemplo, pese a que la barrera del precio se presenta de manera común en todos los grupos de edad y todas las regiones, su importancia como freno es más acusada en Madrid (67%) o en el colectivo de 45-54 años (70%).
Por su parte, la segunda traba más citada, la escasez de oferta en la zona donde se lleva a cabo la búsqueda, afecta especialmente a los tramos de edad centrales. Así, los de 45 a 54 años citan esta cuestión en el 49% de los casos; los de 35 a 44 lo hacen en un 42%; y los de 25 a 34 en un 43%. Cifras, en los tres casos, superiores al 41% de la media general.
Desde el punto de vista territorial también llama la atención que tanto en Madrid como en Cataluña se aprecian porcentajes más altos en lo que se refiere a la dificultad para cumplir los requisitos de los propietarios. En ambas comunidades autónomas la cifra alcanza el 31%.
Asimismo, que no acepten mascotas es un problema más extendido entre los que tienen entre 25 y 34 años: es algo que afecta al 20%. Por áreas geográficas, esta dificultad afecta más en Cataluña (23%) que en el resto de las comunidades (en Madrid, por ejemplo, solo le complica el escenario al 12%).