El Consejo General de Economistas (CGE) mantiene su previsión de crecimiento de la economía española para este año en el 3,9%, pero ha revisado a la baja su estimación sobre el déficit y la deuda pública por los mayores ingresos derivados de la inflación.

En concreto, el CGE ha rebajado en ocho décimas su proyección de déficit público, hasta el 4,6% del PIB, y en once décimas su previsión para la deuda pública, que ahora estima que cerrará el año en el 114,2% del PIB.

Según el Observatorio Financiero del CGE, la economía española registrará en el tercer trimestre de este año un crecimiento positivo gracias al tirón del turismo que, aunque no ha llegado a niveles prepandemia, ha tenido un “buen comportamiento”.

Los economistas esperan que la temporada turística se alargue a septiembre y en menor medida a octubre, aunque principalmente con turismo nacional, y prevén que en el último cuarto del año se produzca un “cierto estancamiento” de la economía por el frenazo de la demanda interna.

Por todo ello, el CGE mantiene su previsión de crecimiento para el año 2022 en el 3,9%, lo que impedirá que se alcancen las cifras del PIB anteriores a la pandemia, como sí han conseguido ya Alemania y Francia.

La incertidumbre en relación con la evolución de la economía se mantiene. La crisis energética, los problemas de suministro en la producción, la guerra de Ucrania y, en menor medida, la pandemia que aún perdura, hacen que la situación económica, tanto de España como del resto del mundo, sea preocupante”, advierten los economistas.

En lo que respecta al IPC, el CGE mantiene su previsión de alcanzar este año una inflación media del 8,3%. Los economistas señalan que la elevada inflación en Europa propiciará la escalada de tipos de interés, aunque ello suponga lastrar el crecimiento. A su vez, ello provocará la ralentización del mercado hipotecario y de viviendas por la subida del Euríbor, apuntan.

Los economistas también mantienen su previsión sobre la tasa de paro en el entorno del 12,4% para final de año.

Déficit y deuda

Lo que sí han modificado, en este caso a la baja, son sus previsiones de déficit y deuda pública por la mayor recaudación derivada de la inflación.

En concreto, el CGE ha recortado desde el 5,3% al 4,6% su proyección de déficit público para este año, aunque advierte de que en 2023 la inflación tendrá una gran repercusión en el gasto por el impacto de la revalorización de las pensiones con el IPC.

Al mismo tiempo, los economistas señalan que el incremento de la recaudación está permitiendo reducir la deuda de las administraciones públicas, por lo que estiman que ésta se situará en el 114,2% del PIB a final de año, algo más de un punto por debajo de su previsión anterior (115,3% del PIB).