Las compraventas de vivienda crecerán un 7,7% este año, hasta las 450.000 unidades, según un informe sobre el sector inmobiliario realizado por CaixaBank Research.

Esta previsión del servicio de estudios de la entidad, que está por debajo de las 505.000 compraventas de 2019, muestra que la demanda de vivienda seguirá por debajo de su potencial mientras no se consolide la recuperación de la economía y, sobre todo, hasta que no se recupere plenamente la demanda extranjera, algo que no prevé que pase hasta 2023.

Del estudio se desprende que la actividad del mercado de la vivienda se está reponiendo “razonablemente bien” de la caída que experimentó el año pasado, cuando las compraventas cayeron casi un 18% y los visados más de un 19%.

De hecho, el servicio de estudios de la entidad ha puesto de relieve que en los primeros meses de 2021, las compraventas de vivienda han repuntado “notablemente” y los visados de obra nueva han seguido una tendencia de recuperación gradual.

CaixaBank Research ha constatado que el mayor dinamismo de la demanda de vivienda nueva sobre a la de segunda mano estaría ligado a las nuevas preferencias de los compradores hacia viviendas de mayor tamaño y con espacios exteriores y más amplios, características que la obra nueva pueda satisfacer en mayor medida.

Respecto al precio de la vivienda, ha destacado que este ha acentuado su trayectoria de desaceleración que venía mostrando en 2019, aunque ha resaltado la resiliencia que ha tenido su evolución durante la pandemia, sobre todo en el caso de los precios de vivienda nueva.

Para 2021, espera que el precio de la vivienda siga notando avances moderados, “pero sostenidos en el tiempo”. De hecho, prevé que pueda crecer ligeramente por encima del 1%.

Impacto de la COVID-19 en el sector “limitado y muy inferior al esperado”

Para CaixaBank Research, el impacto de la crisis en el sector ha sido “limitado y muy inferior al esperado” inicialmente. Esto, desde su punto de vista, se debe a que había una sólida posición de partida de los hogares, ya que no había exceso de oferta y ha habido una “contundente” respuesta de política económica.

De igual manera, ha incidido en que el sector de la construcción podría ser una palanca de crecimiento en la actual recuperación gracias a los fondos europeos destinados a la construcción y rehabilitación de vivienda, así como a la regeneración urbana.

De cara a los próximos meses, el servicio de estudios cree que se disipará el dinamismo de la demanda y que la demanda extranjera seguirá debilitada mientras no se normalice la movilidad internacional.

Respecto a los visados de obra nueva, ha subrayado que la pandemia tuvo un fuerte impacto sobre el inicio de obras nuevas y que la “fuerte” caída de los visados en 2020 anticipa un número de viviendas terminadas reducido para los próximos dos años.

No obstante, prevé un incremento moderado de los visados de obra nueva del 5%, hasta las 90.000 viviendas, este año, y hasta las 95.000 viviendas en 2022. Por otro lado, cree que las viviendas terminadas podrían rondar las 100.000 unidades en 2021, pero que caerán hasta las 90.000 en 2022.

“En ambos años, la producción de vivienda nueva volvería a ser inferior a la creación neta de hogares, algo que ha venido sucediendo desde 2010″, ha explicado CaixaBank.

El alquiler, “mucho más afectado”

Igualmente, el estudio apunta que el precio del alquiler ha descendido de forma más marcada en el conjunto del país y que esta caída ha sido más intensa en las principales ciudades. De hecho, ha indicado que los datos mensuales más recientes muestran que los alquileres se habrían estabilizado en un nivel más bajo.

CaixaBank Research ha afirmado que un factor que ha incidido en la bajada de los alquileres durante la pandemia es el notable incremento de la oferta de pisos en alquiler por el trasvase de viviendas que se destinaban a alquiler turístico.

Sin embargo, cree que es de esperar que se produzca un nuevo reajuste, “que supondrá un incremento en la oferta del alquiler turístico, si bien dentro de unos parámetros moderados puesto que aún existe mucha incertidumbre sobre la velocidad de recuperación del turismo”.

El servicio de estudios también ha indicado que la pandemia ha modificado el escenario de la inversión inmobiliaria comercial y ha perfilado distintos tipos de activos según el grado de afectación derivado de las restricciones de movilidad impuestas para atajar la crisis sanitaria.

Así, mientras que entre los activos favorecidos destacan los activos residenciales, los centros logísticos y de datos y gran parte de los activos del sector minorista, entre los más desfavorecidos se encuentran las oficinas y los activos hoteleros, lastrados por el auge del teletrabajo y el desplome del turismo internacional.