El Índice de Precios (IPV) correspondiente al primer trimestre de 2022, publicado hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE), refleja una subida del 2,6% con respecto al trimestre anterior y un incremento interanual del 8,5%. Estos aumentos constatan la aceleración del precio de la vivienda provocada por la gran demanda surgida que ha ido incrementándose a un ritmo muy rápido, sin dar tiempo a que el mercado pueda absorberla. Además, con este nuevo aumento ya son 32 los trimestres de crecimientos interanuales en el precio de la vivienda.
“Nos encontramos ante un nuevo boom por comprar, aunque ahora la situación es diferente: ya no hay exceso de producto sino escasez de stock. Los ciudadanos han comprado tantas viviendas -batiendo récords desde el 2007- en un periodo de tiempo tan corto que el mercado se ha quedado prácticamente vacío. Además, el momento de crisis en occidente ha provocado encarecimientos en el precio de los materiales de construcción ocasionando que la oferta de obra nueva se esté ralentizando y tardando mucho más de lo habitual en llegar al mercado. Estos factores propician un gran desequilibrio entre oferta y demanda, lo que supone una gran problemática que provoca fuertes subidas de precios y dificulta el acceso a la vivienda” explica María Matos, directora de Estudios y Portavoz de Fotocasa.
“El precio de la vivienda se resiste a bajar debido a dos razones principales: la gran demanda latente por mudarse a un hogar que se ajuste más a nuestras necesidades y la alta rentabilidad del activo inmobiliario como valor refugio para grandes y pequeños inversores frente a la inflación desbocada y en un contexto de incertidumbre provocado por una guerra en occidente que no cesa. Estos factores hacen que la demanda crezca a un ritmo más rápido que la oferta, lo que genera que los precios continúen al alza”, comenta la Portavoz.
De hecho, según el informe “Radiografía del mercado de la vivienda 2022” el mercado se ha transformado por completo. La demanda de alquiler y la de compra se han intercambiado las posiciones dando un giro de 180 grados. La compra de vivienda se sitúa en máximos históricos con un 50% de la demanda, en detrimento del alquiler que representa al 38% de quien busca alquilar. El interés por comprar vivienda se encuentra en máximos históricos y la demanda por adquirir un inmueble se ha incrementado 11 puntos porcentuales en tan solo dos años. “La demanda de compra está viviendo un auge sin precedentes, implantando un auténtico boom por cambiar de vivienda, y situándose como la auténtica impulsora de la recuperación del sector”, remarca María Matos.
“Una mención especial merece la vivienda de obra nueva, ya que el precio se incrementa un 3,2% en este primer trimestre del año y un 10,1% interanual. Supone la mayor subida desde el impacto de la pandemia. Es un producto que se ha disparado en nuestro portal, debido a que cumple con los nuevos requisitos de búsqueda de los compradores: la necesidad de luz natural, la salida al exterior con terrazas y balcones, las zonas ajardinadas y los espacios amplios y comunes son lo más cotizado en estos momentos. Son características que la vivienda a estrenar trae de serie”, comenta la portavoz de Fotocasa.
“Precisamente la aceleración de la demanda sumada a los cuellos de botella en la cadena de suministros, la falta de mano de obra en el sector de la construcción y el encarecimiento del coste de los materiales debido al conflicto bélico son aspectos que empujan al alza el precio de la obra nueva. Esta cifra tan alta nos alerta de la escasez de vivienda con estas características, ya que mientras la demanda ha subido, la oferta se ha mantenido al ralentí de las dificultades de los promotores para desarrollar las nuevas promociones y para poder terminar las que están en construcción. Esta demanda que busca vivienda a estrenar tardará un tiempo en poderse atender y probablemente se mantenga la subida del precio mientras tanto”, añade la Portavoz.
De todas formas, en el horizonte se prevé que la inminente subida de tipos por parte del BCE enfríe el mercado y ralentice el dinamismo en la actividad económica. Probablemente también se modere la demanda de compra de vivienda, ya que, quienes se hipotequen encontrarán condiciones menos atractivas que en el trimestre anterior. A partir de entonces, los precios podrían estabilizarse, si la caída de la demanda es suficiente para que el mercado pueda seguir absorbiendo la actividad de forma saludable”, concluye la directora de Estudios.