La agencia de calificación Fitch ha advertido de que el acceso a la vivienda en España empeorará de forma gradual como consecuencia de las dificultades a las que se enfrenta el mercado laboral. En su informe de perspectivas sobre el mercado inmobiliario e hipotecario de 2017, la agencia de calificación aprecia que los precios de la vivienda en España se encarecerán a un ritmo superior al incremento de las rentas, por lo que la accesibilidad a la vivienda se irá deteriorando.
“Fitch espera que la accesibilidad a la vivienda empeore gradualmente debido a que cualquier recuperación en los ingresos será menor al alza en el precio de la vivienda, teniendo en cuenta los retos a lo que se enfrenta el mercado laboral”, afirma la agencia, que añade que el acceso al mercado inmobiliario será “especialmente difícil” para los compradores de vivienda por primera vez.
Fitch, espera que la tendencia positiva observada en el precio de la vivienda, que se encareció un 4% en el tercer trimestre de 2016, continuará gracias al “sólido crecimiento económico”, a la madurez del mercado hipotecario y a la demanda extranjera, que representa actualmente el 13% de las transacciones. No obstante, afirma que permanecerá la dualidad en el mercado inmobiliario, puesto que el “grueso” de la recuperación se concentrará sobre las viviendas cuya calidad y ubicación se sitúa por encima de la media.
Las cláusulas suelo, freno del mercado hipotecario
Por otro lado, Fitch cree que las incertidumbres legales relativas a las cláusulas suelo y a la reforma del mercado hipotecario ralentizarán el crecimiento experimentado desde 2014 en la concesión del crédito para la compra de vivienda.
“El ritmo de crecimiento en el crédito se frenará desde los niveles experimentados en 2015 y en la primera mitad de 2016, ya que los bancos españoles adoptarán un enfoque más cauteloso ante las incertidumbres legales que afectan al mercado hipotecario”, señala la agencia.
Sin embargo, estima que el alza en el precio de la vivienda y el entorno crediticio favorable por el actual entorno de bajos tipos de interés contrarrestan todavía la amortización de préstamos en curso. En última instancia, Fitch apuesta por que los bancos españoles continuarán reduciendo su exposición a activos tóxicos a través de desinversiones de negocios no estratégicos como préstamos improductivos e inmuebles.