Las funciones que desempeña un agente inmobiliario con sus clientes son de lo más variadas y complejas. No obstante, el asesoramiento en determinados aspectos clave dentro del recorrido temporal que tiene una operación de compraventa, es probablemente uno de los puntos que más deben cuidarse para evitar inconvenientes hasta cierto punto evitables.
El momento de la tasación es uno de los más temidos tanto por la parte compradora como por la parte vendedora, en gran medida fruto del desconocimiento del proceso así como de las consecuencias derivadas del mismo. Vamos a ver en qué consiste este proceso de tasación, con sus implicaciones y consecuencias, además de analizar aquellos elementos que nos van a servir en nuestro trabajo de intermediación y asesoramiento.
Qué es la tasación inmobiliaria
La tasación inmobiliaria consiste en la evaluación objetiva realizada por expertos profesionales autorizados para determinar con precisión el valor de mercado de un inmueble. Para ello, siguen una serie de criterios estandarizados que tienen en cuenta ciertos elementos como por ejemplo:
- Ubicación: determinando lo apetecible o no que puede ser la zona o vecindario a nivel sociológico, así como otros factores que van desde la cercanía a medios de transporte como a otros servicios (colegios, zonas deportivas, parques, etc…)
- Tamaño y distribución: no sólo es cuestión del número de metros cuadrados sino también de la eficiencia y practicidad con la que están repartidos.
- Estado: cómo se encuentra la vivienda tanto a nivel interior como exterior es un factor determinante. Las mejoras y actualizaciones, o en su defecto, las carencias o renovaciones pendientes, serán esenciales en la valoración.
- Comparación con operaciones de compraventa recientes en inmuebles de características similares.
- Situación del mercado a nivel coyuntural y de oferta y demanda.
Etapas de la tasación inmobiliaria
Este proceso de tasación consta de varias etapas:
- La fase de inspección física inicial donde el tasador evalúa el estado general del inmueble tomando medidas y haciendo fotografías que lo documenten.
- La fase de análisis, en la que tendrá en cuenta los elementos de la lista anterior.
- La fase de comparación del activo con el mercado, teniendo en cuenta las diferencias y similitudes que afecten a su valor, y que servirá para establecer un rango de valores para el inmueble en cuestión.
- La fase final de determinar el valor, que representa una estimación de lo que un comprador estaría dispuesto a pagar por este inmueble en este momento y en las condiciones actuales.
Cómo influye la tasación en nuestra relación comercial
El hecho de tener una evaluación objetiva sobre el valor de un inmueble, provoca una serie de consecuencias para todas las partes implicadas en la transacción que es importante conocer para así disponer de la información precisa que nos ayudará a desarrollar la operación con mayor rigor, eficacia y poder de negociación.
En relación con la entidad financiera que prestará el importe al comprador, la tasación le otorga una confianza en cuanto a la asunción de riesgos, es decir, que no va a prestar más cantidad de lo que realmente vale el activo. Con esto, pretende evitar riesgos derivados del eventual impago del préstamo a futuro.
- Para la parte compradora, la tasación le debe proporcionar seguridad acerca del valor real de lo que pretende adquirir, entendiendo que está pagando un precio ajustado a la realidad de la propiedad y del mercado.
- Para la parte vendedora, la tasación le debe servir como información estratégica a la hora de fijar el precio de venta que, siendo realista y competitivo, le permita obtener una compensación equilibrada.
El informe de tasación es, en suma, una potente herramienta de negociación durante el proceso de venta de una propiedad. Cuando la tasación es inferior al precio de compra acordado, el comprador puede intentar usarla para negociar un precio más bajo; y cuando la tasación es superior al precio de compra, el propietario vendedor intentará utilizarla para argumentar un precio de venta más alto.
Los agentes inmobiliarios, al estar en medio de todas estas circunstancias, deben saber utilizar la información desprendida del valor de tasación, junto con su experiencia, profesionalidad y habilidades de negociación, para lograr llevar a buen puerto la operación en la que todas las partes queden satisfechas.