El pleno del Parlamento Europeo ha instado este miércoles al Banco Central Europeo (BCE) a que preste una “especial atención” a la “preocupación creciente” por el riesgo de que emerjan nuevas burbujas en el sector inmobiliario, así como en el aumento de la deuda privada en el bloque comunitario.
Los eurodiputados también han pedido al banco emisor europeo que vigile que se siga impulsando la inversión tanto pública como privada y que se asegure de que el dinero “barato” que está aportando a los bancos se filtra efectivamente a la economía real a través de préstamos.
Además, la Eurocámara ha reclamado a la institución presidida por Mario Draghi que haga lo posible por asegurar la estabilidad de los mercados financieros en el contexto del Brexit, también en caso de que Reino Unido abandone la UE sin acuerdo con Bruselas.
Estas son las principales ideas del informe sobre la actividad del BCE en 2018 aprobado con 500 votos a favor, 115 en contra y 19 abstenciones y cuyo ponente es el eurodiputado del Partido Popular Gabriel Mato.
En el texto, los eurodiputados también han mostrado su apoyo a la retirada gradual de los estímulos monetarios, pero han pedido al BCE precaución con el ritmo con el que se lleva a cabo este proceso.
El plano del Parlamento Europeo también ha aprobado un informe sobre los avances conseguidos hasta ahora con respecto a la Unión Bancaria, en este caso con 497 votos a favor, 125 en contra y 14 abstenciones.
En este documento, la Eurocámara ha reclamado una mayor armonización de los criterios que se utilizan para evaluar si un banco está en quiebra o es probable que lo esté, así como una “distinción clara” entre los poderes de supervisión y de actuación temprana.
De la misma forma, los eurodiputados han expresado su “seria preocupación” por el “pobre estado” de las normas europeas contra el blanqueo de capitales y han pedido un enfoque más unificado para supervisar el cumplimiento de las mismas.
Por último, el Parlamento Europeo ha insistido en la necesidad de alcanzar un acuerdo sobre el fondo europeo de garantía de depósitos (EDIS, por sus siglas en inglés), que a su juicio sería “un avance decisivo” y es “esencial” para completar la Unión Bancaria.