El 57% de los inquilinos afronta con problemas el pago mensual de su alquiler frente al 40% de la población hipotecada que cuenta con problemas para pagar las cuotas hipotecarias. Estas dificultades a la hora de pagar la vivienda provocan que haya que recurrir a importantes renuncias en el día a día. De hecho, el 78% de los inquilinos reconoce que ha tenido que recortar gastos para poder pagar el alquiler, mientras que en el caso de los hipotecados el porcentaje asciende al 64%. Así se desprende del análisis “¿Cómo afronta el pago de la vivienda los españoles?” realizado por Fotocasa Research.
El 54% de los inquilinos recorta en vacaciones y tiempo libre y los hipotecados en un 42% de los casos
En este sentido, la principal partida de la que se deduce el presupuesto es la destinada a vacaciones y tiempo libre (viajes, escapadas, etcétera). Esto es así en el 54% en el caso de los inquilinos y en el 42% en el de los hipotecados.
El siguiente gasto del que más se prescinde es el del ocio cotidiano fuera del hogar (cañas, cines, restaurantes…). Esta renuncia alcanza al 47% de quienes pagan alquiler, y al 36% de los que se encuentran sujetos a un contrato hipotecario.
“La gran mayoría de los ciudadanos tiene dificultades para hacer frente al pago de su vivienda. Es una situación preocupante y frustrante para miles de familias que luchan por mantener un equilibrio económico. Estos datos ponen de manifiesto que los salarios y el precio de la vivienda están muy alejados entre sí, lo que obliga a que se renuncie a otras necesidades y servicios de la vida cotidiana. Por ello, es urgente la toma de medidas que aumenten los salarios y que rebajen el precio de la vivienda para no solo garantizar el acceso al inmueble, sino el mantenimiento de la vida digna en él”, comenta María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.
Les siguen en esta lista de descartes las compras personales (ropa, complementos, perfumería, cosmética…), que se reducen en un 46% por parte de los inquilinos y un 33% de los hipotecados. Más graves son los recortes que deben realizarse en la compra de alimentos, una situación que afecta al 24% de los arrendatarios y a un 15% de los hipotecados.
También resultan relevantes los esfuerzos de contención que realizan los inquilinos en materias como el pago de seguros (hogar, coche, salud) y de servicios del hogar (suministros, reformas o seguridad). En ambos casos, las reducciones afectan al 18% de los consultados.
Perfil de los que afrontan dificultades: más mujeres que hombres
Si se esboza el retrato tipo de los particulares que hacen frente a situaciones complicadas para pagar su vivienda, ya sea como inquilinos o como hipotecados, lo primero que se observa es un perfil feminizado, ya que las mujeres son el 56% de quienes viven de alquiler y el 53% de las que cuentan con hipoteca.
En cuanto a la edad, vemos que entre los inquilinos con dificultades ofrecen un promedio más joven (42 años) que el de los hipotecados (47). Esta diferencia de edad se corresponde con la situación en ambos colectivos. Así, mientras que en los arrendatarios las dificultades se presentan de modo más transversal, destacando el tramo entre los 25 y los 34 años, con un 25%, en los hipotecados se concentran los problemas en el segmento situado de los 45 a los 54, con un 36%.
Respecto al nivel socioeconómico, en ambos colectivos predomina el tramo medio (40% en los inquilinos y 41% en los hipotecados. Es en los extremos donde se aprecia diferencia. Así, en el índice alto o medio alto se sitúan solo el 27% de quienes viven de alquiler, mientras que los hipotecados son el 35%. Ocurre lo contrario en el tramo bajo o medio bajo: 32% los inquilinos y 24% los hipotecados.