La inversión inmobiliaria en Europa se ha situado en el primer trimestre del año en los 46.000 millones de euros, un 8% menos que en el mismo periodo del año anterior, pese a representar “uno de los registros históricos más elevados”, según un estudio realizado por Savills Aguirre Newman.
En concreto, el volumen de inversión se ha situado en línea (-3%) con la tendencia histórica registrada a principios de año, a pesar de “la volatilidad tradicional de los primeros trimestres”.
No obstante, la previsión de la compañía es que se alcancen los mismos niveles de inversión inmobiliaria de 2017 para todo el continente europeo, con lo que la cifra se situaría a finales de año en el entorno a los 242.000 millones de euros.
Según Savills Aguirre Newman, los países que han mostrado mayores volúmenes de crecimiento en el primer trimestre han sido Polonia (+329%), Bélgica (+248%) o Luxemburgo (+144%).
Reino Unido, Alemania y Francia han permanecido como mercados dominantes en inversión, ya que representan en conjunto el 63% de la actividad total de la compañía en Europa.
España, por su parte, acapara una cuota similar a la de Suecia, Italia o Dinamarca, que ronda el 3% de la inversión inmobiliaria de Savills en el continente.
El vicepresidente ejecutivo internacional de la compañía, Borja Sierra, ha asegurado que el mercado de inversión inmobiliario español sigue “dando muestras de fortaleza en el contexto europeo, tanto en inversión en producto existente como en creación del mismo vía promoción”.
También ha señalado que pese a la certeza de la subida de tipos a lo largo del año, la demanda sigue duplicando la oferta en la mayoría de los segmentos.
En concreto, en oficinas la escasez de producto estabilizado, moderno y con sostenibilidad de rentas “hace que en España el centro de actividad se desplace cada vez más a situaciones de reposicionamiento, promoción o gestión activa”.
Respecto a las localizaciones, Sierra ha afirmado que Barcelona es el principal interrogante por una caída del volumen en el primer trimestre. “Creemos que abre una ventana de oportunidad para la inversión extranjera con un mercado muy atractivo temporalmente dislocado por una situación coyuntural”, según ha añadido.
El informe también pone de relieve que la inversión extranjera no europea en España ha procedido principalmente con un 26% de Estados Unidos y Oriente Medio.