La demanda de vivienda residencial crecerá hasta superar los 500.000 inmuebles en 2018 gracias al ciclo expansivo de la economía, la mejora del empleo y los bajos costes de financiación, según se desprende del Informe Inmobiliario Bankinter 2017. Asimismo, espera que el precio medio de la vivienda se incremente a tasas cercanas al 4% por la escasez de oferta y por le auge del alquiler en las zonas más consolidadas.
En este contexto, los expertos de Bankinter consideran que las oportunidades de compra se están agotando y que el potencial alcista de los precios es ya más limitado después de que las zonas ‘premium’ alcanzasen sus máximos de antes de la crisis y de que los ratios de esfuerzo financiero vuelvan a crecer.
“La actividad promotora despertará de su letargo” por la gradual reducción del ‘stock’ y por el “fuerte” crecimiento en los visados de obra nueva, según Bankinter.
Evolución de las oficinas
En 2017 el segmento comercial mantendrá su tendencia al alza en los precios y las rentas seguirán subiendo en las oficinas de los distritos de centros de negocio de Madrid y Barcelona y en los mejores centros comerciales.
Por otro lado, en el informe se pone de relieve que el diferencial de rentabilidad en los activos inmobiliarios con respecto a la renta fija está disminuyendo por las mayores expectativas de la inflación.
Las mejores inversiones
Para Bankinter, las ideas más atractivas de inversión son la compra de activos inmobiliarios en ubicaciones muy consolidadas y con demanda solvente de las grandes ciudades y áreas turísticas, que tienen un objetivo de rentabilidad de alquiler superior al 3%, y la inversión en Merlin Properties, que es “su principal apuesta en el sector inmobiliario por la calidad y diversificación de su cartera de activos.
“La revalorización de las viviendas está respaldada por la evidente escasez de oferta, la demanda creciente y el aumento de las rentas derivado del ciclo de recuperación económica y el auge de los alquileres turísticos”, ha apuntado.
Asimismo, los expertos consideran que los activos inmobiliarios situados en ubicaciones centrales y áreas muy consolidadas de las grandes ciudades y centros turísticos con mayor demanda continúan siendo una “alternativa adecuada”.