Funcas cree que “hay serias dudas” de que exista una burbuja en el mercado del alquiler, pese a que la recuperación económica haya coincidido con un aumento de la demanda en este régimen, según se desprende del último número de ‘Cuadernos de Información Económicas’.
Así, el estudio ha señala que, aunque la recuperación haya coincidido con el auge de la vivienda en alquiler, indicadores como la tasa de privación severa de la primera vivienda (1,7%) se ha mantenido por debajo de la media de la Unión Europea (4,8%) y de la eurozona (3,5%).
También ha apuntado que la tasa de asequibilidad, es decir la proporción de hogares que destinan al menos el 40% de su renta disponible equivalente al pago de una vivienda, se ha situado en España en el 10,2%, también por debajo de la Unión Europea y de la eurozona.
No obstante, ha alertado de que la fragilidad de los datos sobre alquileres y la falta de una estadística de referencia impiden que la información que se transmite “refleje la evolución real de los alquileres”.
La vivienda en alquiler, dominada por los pequeños propietarios
Para el autor del estudio José García Montalvo, es “erróneo” achacar la subida de precios a los grandes tenedores de viviendas y los apartamentos turísticos. De hecho, ha señalado que la oferta de viviendas en alquiler “sigue dominada por pequeños propietarios, con más de 2,3 millones de españoles que declaran el cobro de rentas por alquiler, mientras que los grandes tenedores no representan más del 5% del mercado”.
En concreto, la oferta de viviendas en alquiler ha seguido dominada por los pequeños propietarios locales. Por ello, cree que “es difícil pensar que los grandes tenedores puedan tener capacidad para controlar los precios”.
Sobre los apartamentos turísticos, considera que es “simplista” pensar que estas propiedades irían al mercado de alquiler de largo plazo si se prohibieran.
De cara a incentivar la oferta de vivienda en alquiler, ve bien la propuesta de movilización de suelo público a partir de iniciativas público-privadas y la clasificación pública de las viviendas construidas con subvenciones.
Para el autor, la calificación pública de cualquier vivienda construida con una subvención pública “debe ser indefinida y las nuevas deben ser todas de alquiler social”.
Bajo su punto de vista, las medidas de política pública “no han logrado abordar adecuadamente los problemas en el mercado del alquiler”. El autor cree que de cara al futuro “será importante evaluar cuidadosamente los efectos de cualquier medida adoptada para garantizar la incentivación, en lugar de la restricción, de la oferta en alquiler, así como cualquier impacto potencial sobre la desigualdad”.
“Los controles que limitan el valor absoluto de los alquileres dan lugar a una reducción de la oferta de vivienda en alquiler, un impacto negativo sobre la movilidad y una mala asignación de recursos que beneficia a unos inquilinos y perjudica a otros”, ha añadido.