Entre 2008 y 2010 la red Alfa Inmobiliaria perdió el 30% de sus oficinas franquiciadas. Hoy, la compañía vuelve a crecer al ritmo de 36 aperturas al año. Un incremento que sus responsables no solo adjudican a la recuperación del sector si no, principalmente, a la reconstrucción de un modelo de negocio que ya no volverá a ser lo que fue.
“El sector inmobiliario español ha vivido en los últimos 25 años dos grandes burbujas que no parece que puedan repetirse en un futuro cercano”, afirma Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria. “Este hecho dio lugar a un mercado con barreras de entrada muy bajas, en el que cualquiera podía montar una oficina o una pequeña red”, concluye.
Hoy la situación es otra. Un mercado mucho más profesionalizado y competitivo, en el que solo sobreviven los que más valor añadido aportan a sus clientes. Para ilustrar como ha cambiado el sector, Alfa Inmobiliaria, con 25 años de experiencia y más de 200 oficinas operativas (140 en España y el resto en Hispanoamérica) ha analizado cómo han evolucionado el sector desde el comienzo de la crisis de 2007 hasta hoy, y de la transformación que han llevado a cabo para sobrevivir a la crisis.
La formación del sector como motor del cambio
Si bien la figura del portero de una finca continua siendo una fuente importante de información, hoy el cliente exige al profesional inmobiliario amplios conocimientos en el ámbito legal, fiscal, de peritaje, valoración, experiencia en la mediación, etc. “Sin todo ello, afirma Duque, es posible intermediar puntualmente en una venta, pero imposible sobrevivir como empresa”.
La tecnología protagonista del sector
Internet, los portales inmobiliarios y la presencia destacada en ellos, las redes sociales, la mensajería instantánea, las aplicaciones, etc. son la base del marketing inmobiliario y los responsables de que hoy sea posible elegir una propiedad siguiendo el mismo esquema que si fuera artículo de moda. “Las herramientas digitales han reducido en un 75% el tiempo dedicado a la búsqueda de una vivienda, afirma Duque, ampliando considerablemente el número de propiedades que analizamos a la hora de comprar o alquilar y además Internet acerca la oferta a la demanda y eso nos obliga a desarrollar nuevos servicios como el Particular Vende Casa para adaptarnos al mercado”.
La imagen aplicada a cada venta
En poco años hemos pasado de tener una breve descripción de cada piso en venta, a auténticos tours virtuales que permiten aumentar la visibilidad de la vivienda así como incrementar la seguridad de sus propietarios. Las herramientas de hoy en día nos permiten mostrar con facilidad y con un mínimo coste, 20 o 30 fotos de una misma vivienda, o construir un canal en Youtube en el que mostrar la oferta inmobiliaria en alta resolución. Y para el cliente, supone poder ver toda esta oferta inmobiliaria desde el sofá de su casa, antes de trasladarse a ver las viviendas elegidas.
La fuerza de una marca
La marca es el otro foco de atención de las empresas inmobiliarias. El cliente busca la garantía que ofrece el contar con el respaldo de una marca reconocida, y las oportunidades que supone el trabajar con una red de oficinas, organizadas para realizar operaciones compartidas. Tanto a la hora de comprar como de poner a la venta, “a mayor tamaño, mayores ventajas para el cliente”, afirma Duque. Formación, desarrollo tecnológico y marketing inmobiliario son las claves de la supervivencia de las agencias inmobiliarias del momento actual, concluye este experto.