Abriqot comercializará a través de su web www.abriqot.com viviendas gestionadas por Gilmar en Costa del Sol y Madrid, entre otros destinos. Abriqot, que lanzó en septiembre de 2021 en España su negocio de economía inmobiliaria compartida, ofrece a inversores la compra y disfrute de segundas residencias de lujo en lugares “top” de España, Italia y Francia a precios asequibles. El innovador modelo de negocio que populariza el acceso a segundas viviendas de lujo, se inspira en tendencias soci
Abriqot y Gilmar anuncian un acuerdo por el que Abriqot comercializará, en España e internacionalmente, viviendas de alto nivel en los destinos más exclusivos del país.
Para Carter Nicholas, CEO de Abriqot, el acuerdo con Gilmar impulsará el crecimiento en España de una forma de compra y disfrute de segundas residencias de lujo de gran éxito en Europa y EEUU. Gilmar, compañía líder del sector inmobiliario español, ha demostrado una fuerte innovación en la comercialización de sus promociones. Su red de alianzas estratégicas con más de 33 inmobiliarias en 22 países facilitará el acceso a un perfil de comprador con un alto interés en los beneficios de la propiedad fraccionada y 100% gestionada”.
Sobre Abriqot y el modelo de propiedad fraccionada
Las viviendas de lujo han dejado de ser exclusivas de multimillonarios. El sueño de poseer y disfrutar de una segunda residencia unifamiliar “top”, en primera línea de playa, en la montaña o en cualquier otro lugar fascinante o suntuoso del mundo está ya al alcance de muchos inversores sin necesidad de amasar fortunas ni hipotecarse hasta límites insospechados. Un nuevo fenómeno de inversión residencial traído a España de la mano de la empresa Abriqot, que comercializa y gestiona segundas viviendas, vendidas de forma fraccionada, permite a los inversores rentabilizar al máximo el disfrute de una segunda residencia de lujo en propiedad, al menor coste posible.
El modelo de negocio de Abriqot es el siguiente: la empresa divide las propiedades en ocho fracciones, que coinciden con el máximo número de copropietarios del inmueble. Cada fracción da derecho a disfrutar de una media de seis semanas y media al año, de forma también escalonada, por ejemplo, escapadas de fin de semana o en cualquier otro momento, con flexibilidad para planificar estancias desde ocho días de duración, con 24 meses de antelación. Se permite además elegir “fechas especiales”, tipo puentes, Navidad, vacaciones de verano, u otras. En cualquier caso, cuantos menos propietarios, más tiempo de disfrute para cada uno de ellos.
La empresa es la que se encarga además de seleccionar a los copropietarios con mayor afinidad para un mismo inmueble que se comprometen a un pacto de conducta, y asimismo es responsable de la gestión de impuestos y otras cargas de las viviendas, que son siempre inmuebles de lujo equipados con electrodomésticos de alta gama y todo tipo de detalles.
Entre las funciones de Abriqot están también las tediosas tareas de mantenimiento: limpieza exhaustiva, jardinería, reparaciones e interiorismo, con la integración de la mejor decoración y comodidades de la mano de profesionales de alto nivel que mantienen el inmueble siempre a punto. Una de las grandes ventajas económicas para el inversor es que la fracción obtenida de la propiedad equivale a un verdadero activo inmobiliario y no a un periodo de tiempo de uso, como ocurre con otros modelos de negocio residencial de economía compartida.
“Con Abriqot, la fracción del inmueble es una propiedad real, y por ello, su valor oscila con el mercado: si suben los precios y se revaloriza el inmueble, los usuarios también pueden ganar un rendimiento. Cuando el propietario decide vender, el proceso es tan sencillo como la compra, y además las fracciones ofertadas tienen el atractivo de que en el mercado estarán muy demandadas porque las viviendas se encuentran en lugares muy valorados”, explica Nicholas. Esta idea de popularizar el acceso y disfrute al mercado inmobiliario de lujo durante todo el año tiene además un impacto muy positivo sobre la economía de las comunidades en donde se ubica el inmueble porque al estar casi siempre ocupado se favorece al comercio local y la afinidad de los dueños con la comunidad local.