El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) no debe levantar el pie del acelerador en sus próximas reuniones de política monetaria, a pesar de la moderación de la inflación en los últimos meses, según el gobernador del Banco de Eslovaquia, Peter Kazimir, para quien son necesarias dos subidas más de 50 puntos básicos.
“Creo que tenemos que ‘entregar’ dos más de 50”, defiende el banquero central eslovaco en un artículo, donde sostiene que la evolución de la inflación subyacente, en máximos históricos, confirma la necesidad de continuar por el camino emprendido en la normalización monetaria.
“Estamos a mitad de camino, no veo razón para reducir la velocidad”, afirma Kazimir, para quien la caída de la inflación durante dos meses seguidos es una noticia positiva, pero no es razón para frenar el ritmo de las subidas de tipos, ya que las cifras de inflación de noviembre y diciembre incluyen el ‘ruido’ de las medidas compensatorias puntuales introducidas por los gobiernos.
“Si fuera por mí, me iría a las vacaciones de verano con el ciclo de ajuste completado”, añade el banquero centroeuropeo, aunque evita precisar hasta qué nivel habría que subir los tipos. “No me pregunten a qué ‘altitud’ acamparemos”, apostilla.
La semana pasada, otro de los ‘halcones’ del BCE, el gobernador del Banco de Países Bajos, Klaas Knot, afirmaba que la institución no se contentará con un único aumento de 50 puntos básicos de los tipos de interés en sus próximas reuniones de política monetaria.
“No se detendrá después de un solo aumento de 50 puntos básicos, eso es seguro”, dijo Klaas Knot. “No puedo decir de antemano dónde va a terminar ese ritmo de alzas de 50 puntos básicos, pero está muy claro que nuestra presidenta ha usado el plural en sus palabras”, añadió.
El BCE subió los tipos de interés en 250 puntos básicos en cuatro reuniones consecutivas desde julio de 2022, elevando su tasa de referencia al 2,50% y la de depósito al 2%.
Tras la última reunión de política monetaria del Consejo de Gobierno, celebrada el pasado 15 de diciembre, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, anticipó que, en función de los datos disponibles, debería esperarse que la entidad suba los tipos “a un ritmo de 50 puntos básicos durante un período de tiempo”.
La tasa de inflación de la eurozona despidió 2022 en el 9,2%, lo que implica una bajada de nueve décimas frente al 10,1% de noviembre, registrando así su segundo alivio consecutivo, después de haber escalado a máximos históricos en octubre, cuando alcanzó el 10,6%.
El Consejo de Gobierno del BCE tiene previsto reunirse el próximo 2 de febrero en Fráncfort para discutir la política monetaria de la zona euro, cuando se prevé que decida una subida de medio punto porcentual de los tipos, que eleve al 3% la tasa de referencia para las operaciones de refinanciación y al 2,50% la de depósito.