Las inversiones inmobiliarias cerraron el primer trimestre del año con 3.520 millones de euros de inversión en activos inmobiliarios no residenciales, según datos publicados por la compañía de gestión de patrimonio e inversiones inmobiliarias Laborde Marcet.
Más de la mitad de estas inversiones se aglutinaron en Madrid y en Barcelona. Además, si se tienen en cuenta los sectores, el del ‘retail’ fue el que acaparó el 42,5% de las inversiones, con hasta 1.495 millones, y volvió a recuperar “el protagonismo que había cedido al sector de oficinas en los últimos meses”.
Por su parte, el sector hotelero representó el 22,2% del mercado (783 millones) y el logístico el 10,6% (374 millones). Por otro lado, Laborde Marcet ha afirmado que el inversor nacional cerró 4 de cada 10 transacciones completadas durante los primeros tres meses del año, lo que “supone un aumento de la representación española en el mercado inmobiliario no residencial respecto a 2016”.
Teniendo en cuenta la nacionalidad, los británicos, estadounidenses, franceses y alemanes fueron los principales representantes de la inversión extranjera, con “especial protagonismo para las grandes operaciones en materia de oficinas y centros comerciales”.
Laborde Marcet cree que de seguir en esta línea el resto del año, el sector inmobiliario terciario llegaría a la cifra récord de inversión inmobiliaria de 14.000 millones de euros, un 21,7% más que los datos obtenidos en 2015 y hasta un 25,8% en comparación con los de 2016.
Para el socio fundador de Laborde Marcet, Miquel Laborde, el sector inmobiliario está alcanzando niveles “desorbitados” en cuanto al precio final de las operaciones porque “existe una clara descompensación entre la demanda existente y la oferta disponible”.
“Ciudades como Barcelona y Madrid cuentan con bienes inmobiliarios muy atractivos tanto para las inversiones patrimoniales como para los objetivos comerciales de las empresas, pero existen pocos activos para el gran número de inversores nacionales y extranjeros interesados, lo que genera que los precios de las rentas o de compra suban y la rentabilidad de los activos sea menor”, ha añadido.