El director corporativo de CaixaBank, Carlos Casanovas, ha afirmado este viernes que el precio de la vivienda subirá entre un 4% y un 6%, aumentando también el número de transacciones y concentrándose en ciudades como Barcelona y Madrid, pero también en comunidades como Andalucía y Comunidad Valenciana.
Así lo ha indicado en su intervención en la III Tribuna Immoscòpia, celebrada en CaixaFòrum y que se ha centrado en analizar las expectativas del sector inmobiliario español en 2018, y ha añadido que en las islas Baleares, en las Canarias y en la Costa del Sol las operaciones estarán lideradas por inversores extranjeros.
Ha indicado que en los últimos seis años se ha producido una bajada de precios del 30%, si bien en los últimos tres se han incrementado un 8%, y ha afirmado que la situación actual es muy diferente a la de años atrás, cuando había un “mercadeo que no era natural”.
“Ahora detectamos una demanda saludable. El comprador quiere utilizar la vivienda para él y su familia o hacer una inversión en vivienda para sacar un rendimiento en forma de alquiler”, ha sostenido.
Las expectativas para este año de compraventas es que crezcan hasta situarse en las 550.000, y ha destacado que el nivel de demanda es muy alto, si bien no existe una plataforma de profesionales que puedan atenderla.
“Nuestra visión es optimista. Estamos viendo un nuevo arranque de ciclo”, ha aseverado, pero ha recordado que el sector inmobiliario necesita un entorno de confianza como el actual, creado gracias a la contribución del turismo, la competitividad empresarial y la recuperación del crédito.
El futuro del alquiler
Sobre el alquiler, ha afirmado que es necesario desarrollar plataformas para este mercado, que “en un año o dos empezará a tirar porque es un producto necesario”, especialmente para los jóvenes, cuyo acceso a la primera vivienda no es fácil debido a que se necesitan siete años de renta anual para pagarla.
“El acceso a la vivienda también se ve afectado porque la población está estancada y no tenemos tanta inmigración”, ha agregado
Respecto a la segunda residencia, ha apuntado que el 36% de las familias la tienen, pero ha apostillado que actualmente, tras la crisis, es un mercado penalizado, orientado hacia la clase media-alta y en el que el inversor extranjero es muy activo.