El 9,8% de los internautas contrató productos financieros a través de Internet en 2017, lo que muestra que este comportamiento es todavía “incipiente” en España. Son datos del Observatorio de Regulación Digital de BBVA Research.

La entidad explica que, aunque la contratación de productos financieros a través de la red es “uno de los ejes fundamentales” en las estrategias de los bancos comerciales en España, solo el 49,9% de la población adulta y el 58,6% de los internautas utilizaron la web para realizar compras en 2017.

En el caso de las actividades financieras con fines privados, el porcentaje es aún más reducido, ya que solo el 9,8% de internautas mayores de 15 años adquirió, vendió, suscribió o formalizó al menos un producto financiero online en 2017. Un porcentaje que aumentó dos puntos respecto al año anterior.

De los que sí contrataron productos financieros, casi siete de cada diez suscribieron o renovaron una póliza de seguros, mientras que cerca de tres de cada diez compraron o vendieron acciones y otros productos de inversión y casi dos contrataron préstamos online.

En cuanto a su perfil, no hay grandes diferencias frente a los individuos que más utilizan el comercio electrónico, ya que se trata en su mayoría de varones (60%) de entre 35 y 54 años (50%), con estudios superiores (60%), ocupados (70%), con renta media-alta y alta (60%), que viven en hogares con cuatro miembros (30%) y que disponen de tecnologías de la información y la comunicación en su hogar y las utilizan a diario o cada semana (90%).

BBVA Research señala que los mayores retos a los que tienen que hacer frente las entidades financieras y de seguros son la pérdida de confianza y el nivel de educación financiera.

Así, el observatorio apunta que la pérdida de la confianza que las instituciones financieras tradicionales sufrieron durante la crisis económica ha impulsado una mayor demanda de los nuevos operadores digitales. Además, el grado medio de formación de los consumidores en cuestiones financieras es “manifiestamente mejorable”, ya que la tasa de alfabetización financiera de los adultos en España se sitúa por debajo del 50%.

Experiencia con los datos de clientes

En este contexto, BBVA Research asegura que la aplicación conjunta de diversas normativas en la UE resultará “determinante” en la transacción de los productos financieros, como la directiva MIFID II, el reglamento MiFIR y la directiva PSD2 sobre los servicios de pago, mientras que otras presentan un marco de aplicación más amplio, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) sobre el tratamiento de datos personales y su libre circulación.

En su opinión, la experiencia previa que tienen las entidades financieras con datos confidenciales de sus clientes les permitirá aprovechar los cambios regulatorios, a la vez que concienciar a los consumidores de la importancia de tener el control completo de sus datos y del uso razonable y responsable de los mismos facilitará el restablecimiento de la confianza.

Por último, garantizar la transparencia en las relaciones con el cliente “será una herramienta básica en el proceso de ‘hiperpersonalización’ al que parece ir la formalización de productos financieros”, ha indicado.