Aunque resulte contradictorio, potenciar la compra de vivienda, puede ayudar al mercado del alquiler. Así lo afirma, desde la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), su Director General José Ramón Zurdo “ahora en España hay más oferta de vivienda para comprar que para alquilar, y la demanda se concentra en la segunda opción. Proponemos intervenir también en la demanda, potenciando la compra de viviendas, acompañada de una bajada de impuestos y estímulos fiscales, que aliviaría el mercado del alquiler y por lo tanto harían bajar los precios”.

Los altos precios de los alquileres solo pueden bajar si potenciamos la oferta o disminuimos la demanda, subrayan desde ANA. Hoy todos los esfuerzos, públicos y privados, se encaminan a potenciar la oferta de viviendas en alquiler, con el consiguiente despliegue económico que eso supone.

Para la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), no sería necesario construir 2.000.000 de viviendas con el fin de aumentar la oferta, para poder conseguir bajar los precios de los alquileres. Desde ANA se proponen cuatro medidas alternativas para bajar el precio de los alquileres, sin la construcción masiva de viviendas para este fin. Estas son:

1. Potenciar la compra para desviar hacia ella parte de la demanda en alquiler

Volver otra vez a potenciar la compra de las viviendas a través de bajadas de impuestos y de estímulos fiscales, con el objetivo de bajar la demanda de alquileres, al desplazarse esta hacia la compra de viviendas, por lo que al bajar la demanda los precios se equilibrarían.

Los estímulos fiscales tendrían que ir en la línea de:

  • Recuperar las deducciones fiscales por compra de vivienda nueva y usada.
  • Que las entradas iniciales para la compra de viviendas no superasen el 5% de su valor y que el otro 15 o 20% pudiera estar avalado por créditos ICO.
  • El 75%-80% restante que se financia, con plazos de amortización que pudieren llegar hasta los 35-40 años, con periodos de carencia de hasta 5 años, con el fin de abaratar las cuotas mensuales de la financiación hipotecaria, y facilitar el acceso a más personas.

“Al incentivar la compra de viviendas, señala José Ramón Zurdo, también equilibraría los altos precios actuales de los alquileres, dado que muchas de las viviendas compradas posiblemente se destinarán al alquiler aumentando así la oferta de viviendas destinadas a este uso”.

 2. Dotar de mayor seguridad jurídica a los arrendadores.

Todos los mercados necesitan contar con unos buenos niveles de seguridad jurídica, para su correcto funcionamiento, y el de los arrendamientos urbanos no puede ser una excepción. En este sentido, la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), solicita al Gobierno que dote de una mayor seguridad jurídica a los propietarios de viviendas en alquiler, con el fin de que éstos confíen más en la rapidez de la Administración de Justicia para recuperar sus viviendas, en caso de conflictos e impagos. De esta manera, los propietarios ofertarían más viviendas en alquiler y no dejarían las viviendas vacías sin alquilar por el temor a conflictos e impagos.

3. Aumentar bonificaciones fiscales a las empresas que destinan sus inversiones al alquiler

Desde la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) consideramos que se deberían aumentar las bonificaciones fiscales a las empresas que pueden crear oferta, como son Socimis y grandes fondos tenedores de viviendas en alquiler, como estímulo para aumentar, de forma razonable, la oferta de viviendas destinadas a los arrendamientos urbanos.

4. Paralizar la desamortización de viviendas con algún grado de protección Pública

El Director General de la Agencia Negociadora del Alquiler (ANA), José Ramón Zurdo, lo explica del siguiente modo: “esta es una medida que actualmente no se cumple, y lamentablemente todo el esfuerzo en destinar viviendas, con algún grado de protección pública, acaban en el mercado libre, con la consiguiente desamortización de ese suelo público, que en algún momento se destinó, precisamente por los desajustes del mercado, a los que no tenían acceso a la vivienda en igualdad de condiciones.

“Proponemos, señala Zurdo, que todas las viviendas que tengan algún grado de protección pública, que hay muchas, no se puedan descalificar. Y se tengan que vender forzosamente por los precios oficiales de los módulos establecidos al efecto, potenciándose en caso de ventas de estas viviendas, los derechos de tanteo y retracto a favor de las distintas administraciones intervinientes, para evitar las ventas en dinero “negro”.

La vivienda en propiedad, una fuente de ingresos para los mayores

La Agencia Negociadora del Alquiler (ANA) entiende que la vivienda en propiedad también consigue un efecto muy positivo en el futuro. Donde los propietarios mayores tendrían una vivienda en propiedad libre de cargas con la que poder negociar para poder complementar sus pensiones. Contratando rentas vitalicias, hipotecas inversas o simplemente alquilando las viviendas para poder incrementar sus pensiones o pagar las residencias de ancianos dónde pudieren estar internados.

“Si en un futuro no existieran propietarios de viviendas, porque la gran mayoría vivieran de alquiler, existiría un problema importante. Dado que estos mayores no tendrían otra fuente de ingresos para poder complementar sus exiguas pensiones. Apoyar y potenciar la compra sería una inteligente medida de futuro para asegurar un complemento a las empobrecidas pensiones que nos puedan quedar”, advierte José Ramón Zurdo.