¿Comprarías una vivienda sin verla? Seguro que para muchos de nosotros la respuesta sería un no rotundo. Sin embargo, “un 6% de las viviendas se venden sin verlas y, en momentos de crisis, esta cifra puede llegar a ser mayor”. Así lo afirma Toni Expósito, director general de Comprarcasa, una red inmobiliaria con más de 150 oficinas repartidas entre España y Portugal. 

Los motivos a la hora de tomar una decisión como tan particular como es la de una venta a ciegas son muchos. Sin embargo, la compensación es siempre la misma. Una considerable rebaja en el precio. O la necesidad de comprar en una ubicación extremadamente concreta.

Venta a ciegas de viviendas: el perfil tipo de este comprador

Por las oficinas de Comprarcasa han pasado bastantes de estos casos. “La situación más habitual para la venta a ciegas de viviendas es la de un particular o inversor, que conoce la zona o el propio edificio donde se encuentra la vivienda, y desea aprovechar una oportunidad con un buen precio por metro cuadrado.

Muchos inversores compran por porcentaje de rentabilidad en alquiler”, afirma Expósito. También son muy frecuentes las compras a ciegas por parte de personas que, por proximidad con la vivienda (por conocerla a través de familiares o amigos) deciden adquirirla. Aunque por algún motivo (un destino laboral en otro país, una enfermedad o un viaje prolongado) no puedan visitarla. 

El comprador tipo de este tipo de viviendas busca, por encima de todo, una precio por metro cuadrado muy ajustado. “Conoce la zona y da por supuesto que la vivienda puede necesitar una reforma integral. Aún así, el precio le resulta atractivo, por lo que no tiene problema en pagarlo”, añade Expósito.

Otra característica de este comprador es que no necesita de forma inmediata la vivienda. “Realmente se trata de una inversión, de una oportunidad. Por lo que muchos de los problemas que pueda tener la vivienda (mal estado, cargas…) están ya descontados antes de adquirirla”.

Por último, Comprarcasa añade también que este comprador no suele necesitar financiación externa. Esta ventaja le permite agilizar la compra y quedarse con los mayores chollos del mercado.

Hay un tipo de más de comprador para esta vivienda. Y es el de aquella persona que desea una vivienda en una ubicación extremadamente concreta. En el mismo edificio de sus padres o sus hijos, por ejemplo. Y que le basta con la opinión de una persona de confianza. 

Recomendaciones antes de comprar una vivienda sin haberla visto antes

Si bien “en el tiempo transcurrido desde que comenzó el estado de alarma provocado por la COVID-19 hemos avanzado muchísimo “en el arte” de vender una vivienda casi sin haberla pisado antes, una adquisición de este tipo conlleva ciertos riesgos que es necesario sopesar detenidamente”: 

  • El primer consejo es asegurarse que la información recibida por parte del vendedor es veraz. Por supuesto, que la vivienda no esté ocupada. O que tenga la superficie, orientación y estado que se indica. Hablar con los vecinos de la finca o con el portero puede darnos muchas pistas. También es muy recomendable solicitar fotografías, videos o incluso una visita guiada por la vivienda. “Actualmente la tecnología nos permite conocer perfectamente una vivienda antes de pisarla por primera vez”, afirma Expósito.
  • Comprueba que la vivienda tiene toda la documentación en regla. Solicita la nota simple registral para conocer quién es el propietario de la misma. Si tiene cargas o gravámenes asociados. Los planos y las limitaciones de uso que pueda tener.
  • Confirma que, aún en el caso de que la vivienda esté en peores condiciones de lo esperado, el precio te conviene por las ventajas que te aporta. 

“En cualquier caso, afirma Expósito, y aunque pueda parecer un consejo interesado, nuestra recomendación a toda aquella persona que se enfrenta al reto de adquirir una vivienda, y más aún en este caso, es que se ponga en manos de un profesional inmobiliario. Ellos tienen el conocimiento, la experiencia y las herramientas necesarias para abordar con éxito una operación que comprometerá sus finanzas personales y familiares por muchos años”.